Lina Morgan, fallecida en 2015 a causa de un cáncer de laringe, fue una de las grandes artistas del s. XX en España. Era una mujer a la que le gustaba preservar su vida privada y por eso los rumores sobre sus relaciones y sus amistades circulaban con mayor fuerza.

Ana Valdi, quien trabajó con ella en numerosas ocasiones y mantuvo una amistad con la cantante, llega al plató del programa 'Tardear' para desvelar en exclusiva uno de los grandes amores de Lina Morgan: una monja que abandonó los hábitos para dedicarse en cuerpo y alma a la artista y con la que estuvo durante 30 años.

Esta gran relación de Lina Morgan va "más allá de lo mundano", tal y como apunta su amiga Ana Valdi. "Lina era una mujer religiosa y esta relación ella podría llegar a considerarlo un amor de espaldas a Dios porque su gran amor fue una monja que abandonó los hábitos y se dedicó por entero a Lina", cuenta.

La monja se mudó a casa de la artista y pasó a ser "su criada, su persona de confianza, absolutamente todo". Su amor por la cantante era tal que "la monja maravillosa", prima hermana del gerente del Teatro La Latina Ángel Gutiérrez, le confesó a Ana Valdi que todo el dinero que le ingresaba en su cuenta corriente como sueldo lo guardó íntegro ingresado a nombre de Lina por si ella faltaba antes "y así fue".

Según calcula la amiga de Lina Morgan, la monja "ya estaba enamorada de Lina y cuando vio la oportunidad de poder ingresar en casa de Lina colgó los hábitos y no colgó la ropa interior de milagro".

Por lo que su amor surgió cuando ella ejercía de "cocinera, ama de llaves, asesora, la mujer de confianza...". De hecho, según cuenta, ella estaba muy atenta a los deseos de Lina pues en una ocasión le pidió unas torrijas a las tres de la mañana y esta se las hizo. Y no se escondían cuando estaba su amiga pues vivieron siempre su amor delante de ella "con absoluta naturalidad y con mucho amor".

Ana Valdi afirma que la artista vivía su amor con la monja "con absoluto secretismo" porque era una mujer muy religiosa "con pánico al pecado", por eso "lo vivía con angustia". Eso le llevó a no verbalizar a "la voz de su conciencia", su amiga Ana Valdi, lo que verdaderamente sentía: "Nunca me dijo yo estoy enamorada. Lina era muy especial, esas cosas no las decía". Sin embargo, "el amor era muy intenso, el más puro que se puede tener en la vida", señala, y está segura que si hubiesen tenido esta relación a día de hoy "lo cantaría a los cuatros vientos".