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En 1987, un joven rey Felipe VI, entonces príncipe de Asturias, emprendió una travesía fundamental en su formación naval a bordo del buque escuela de la Armada Española, el Juan Sebastián de Elcano, el mismo en el que ahora navega su hija Leonor.
Uno de los destinos más destacados de este periplo fue Uruguay -donde llega este 5 de marzo la princesa- , cuya estancia dejó una huella imborrable tanto en Felipe como en quienes tuvieron la oportunidad de interactuar con él.
Durante su estancia en el país, el príncipe Felipe fue recibido con entusiasmo. La sociedad uruguaya de entonces mostró gran interés por la visita del heredero al trono español, organizando diversos eventos en su honor. Entre las personalidades que se ofrecieron como anfitrionas destacó "una exmarquesa de Varela" quien, según las memorias de José Antonio Alcina, preceptor del príncipe, y recoge 'Vanity Fair', tenía el objetivo de presentarle a su hija como posible futura candidata a esposa de Felipe.
Alcina, en 'La formación de un rey', relata diversas anécdotas vividas por el príncipe en el país. Una de las más destacadas es la organización de una fiesta de disfraces en honor al príncipe, evento que, según Alcina, fue motivo de gran expectación y donde Felipe aprovechó para mostrar su cercanía.
También llevó a cabo una intensa actividad oficial. Acudió al Hogar Español en la capital uruguaya, Montevideo, donde departió con cientos de compatriotas. Además, 120 jóvenes españoles residentes en Uruguay juraron bandera a bordo del buque escuela, en una ceremonia en la que don Felipe intervino como abanderado.
Asimismo, el hijo de los reyes Juan Carlos I y Sofía conoció el Teatro Solís, el Palacio Legislativo y participó en varios actos oficiales y sociales, como una recepción en la embajada española, una cena de gala en el Club Naval de Carrasco y la visita al presidente Julio María Sanguinetti en la residencia presidencial oficial de Suárez y Reyes.
Tal y como informó entonces 'El País', Felipe de Borbón concluyó su estancia en Uruguay descansando en la playa de Las Delicias, en Punta del Este, junto a otros compañeros guardiamarinas.
El crucero de instrucción concluyó en Baltimore, Estados Unidos, donde el príncipe se reunió con el presidente Ronald Reagan y fue despedido con honores por la tripulación antes de regresar a España.
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