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A pocos días de que se estrene su propio documental, Aitana Ocaña ha dado una extensa entrevista en la radio sobre lo que vamos a poder ver a través del televisor. En esta producción, la artista pretende mostrar "lo que hay detrás" del éxito a escala mundial, aunque eso signifique hablar abiertamente de la tristeza. Porque ella, por muy famosa y adinerada que sea, también es una persona que sufre, como cualquier otra. Y esto es algo que le ha costado mucho entender porque, mirando a su alrededor, sabe que lo "tiene todo" y eso choca directamente con el "bajón emocional" que comenzó a sentir durante los últimos meses del 2024.
Su discurso en la fiesta Harper's Bazaar Women of the Year Awards fue el preludio de estas últimas declaraciones, en las que se ha sincerado más que nunca. Siempre consciente de lo "afortunada" que es - ha recordado lo mucho que trabaja su primo Toni, que es albañil - la cantante ha confesado que el año pasado pasó "una etapa muy complicada a nivel psicológico". Y también ha hablado de lo culpable que se sintió por no saber qué era exactamente lo que le ocurría cuando, aparentemente, no le faltaba nada en la vida:
"Creo que está bien hablar sobre la depresión. Lo veréis en el documental porque yo, cuando lo grabé, estaba en ese proceso y lo sigo estando en realidad. Estoy pasando por ese proceso, estoy muchísimo mejor y creo que la depresión es igual para todos: es estar triste sin saber por qué estás triste. Es saberlo, pero no saber qué hacer con ello. Ahora me encuentro mucho mejor, en estos poquitos meses que han pasado y sólo puedo estar agradecida. Me cuesta mucho hablar de ello porque creo la gente puede minimizarlo y pensar que de qué me puedo quejar yo, que lo mío es un problema del primer mundo. Pero creo que es importante hacerlo", ha dicho Aitana frente a los micrófonos de La Ser.
La visibilidad que le ha dado a este problema de salud mental puede ayudar a muchas otras jóvenes que están pasando por el mismo proceso que ella. En su discurso anterior, la artista dejó claro que, gracias a la terapia, ha entendido que ella también tiene "derecho" a sentirse mal, por las razones que sean. Y esta otra Aitana, la que "no es perfecta" (ni lo debe ser), es la que veremos en el documental que narra cómo han sido sus últimos y frenéticos siete años, en los que ha pasado de ser una "chica anónima" a convertirse en una súper estrella.
La música y la composición curativa de las canciones serán el eje central de la grabación, así como las emociones con las que afronta antes de cada concierto. Igualmente, Aitana hablará del disgusto que se llevó cuando tuvo que cancelar sus conciertos iniciales en el Bernabéu, una mala noticia que supuso un punto de inflexión en su proceso interno.
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