Si alguna vez has visto un coche oficial de la familia real española, quizá te hayas dado cuenta de un detalle que no pasa desapercibido: no llevan matrícula. A diferencia del resto de vehículos, que deben portar una placa con números y letras para ser identificados, los automóviles utilizados por los reyes Felipe y Letizia y por la princesa Leonor circulan sin esta obligación.

La exención de llevar matrícula en los coches reales no es por capricho, sino que esconce un motivo. Una tradición con base legal. Desde hace décadas, los vehículos de los monarcas han estado exentos de portar placas como símbolo de la soberanía y el estatus especial de la Casa Real. Este privilegio no es exclusivo de España; en otros países con monarquías, como en Reino Unido o en Países Bajos, ocurre algo similar con los coches de los jefes de Estado.

Pero más allá de la tradición, hay otra razón: la seguridad. Al no llevar matrícula, los vehículos de Sus Majestades resultan más difíciles de identificar y rastrear, lo que reduce riesgos ante posibles amenazas. Además, esta medida permite mayor discreción en los desplazamientos de los monarcas y sus hijas, evitando que sus rutas sean fácilmente detectadas.

Esta no es la única excepción que posee la familia real con sus matrículas. Los coches oficiales de los reyes son distinguidos con el color granate, mientras que el de la princesa Leonor son de color azul.

Por un lado, la matrícula granate del vehículo del rey Felipe VI está ligado a su escudo de armas. Por otro lado, la princesa Leonor, heredera al trono, utiliza un coche con matrícula azul, lo que tampoco es casualidad: hace referencia a Asturias, la región de la que Leonor ostenta el título de Princesa. Así se pudo ver cuando la futura reina de España llegó el pasado 11 de enero al puerto de Cádiz para comenzar su instrucción a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano.

Eso sí, no todos los coches de la familia real están exentos de ello. La norma se aplica principalmente a los vehículos oficiales utilizados en actos institucionales o de representación, como el Rolls-Royce Phantom IV de gala o los Audi y Mercedes que transportan a los royals en compromisos oficiales. Sin embargo, los coches privados de Felipe y Letizia y de su hijas que usan para su vida personal sí deben llevar matrícula, como cualquier otro ciudadano.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail. 

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.