Anabel Pantoja y su pareja David Rodríguez están siendo investigados tras el ingreso de su hija Alma en el hospital. La pequeña acudió con un traumatismo cráneoencefálico y, tras haber sido dada de alta, los especialistas tratan de aclarar las causas de la lesión y analizarán las imágenes que hay en el centro comercial donde ocurrieron los hechos.

El reportero David Perdomo explica desde San Bartolomé de Tirajana que la "investigación ahora está en manos del juzgado, en la zona más cercana de donde viven los padres y donde ocurrieron los supuestos hechos que se están investigando".

Pese a que el juez no les ha quitado la tutela del bebé, sí ha solicitado las imágenes de las cámaras de seguridad del parking para, siguiendo con el proceso, tratar de esclarecer si los daños de la menor se debieron o no a un accidente.

El periodista explica en directo que "Informativos Telecinco' ha tenido acceso al peritaje médico-forense que ratificó el primer diagnóstico de las lesiones de la bebé".

Un peritaje realizado por expertos sanitarios que explican que las lesiones de la menor "son síntomas que podrían ser compatibles con un posible 'síndrome del bebé zarandeado", algo que "se recoge como maltrato infantil".

En cuanto a las lesiones con las que llegó el bebé al hospital, el periodista explica: "Los investigadores está investigando por qué se produjeron. Si tal como declaró el padre fue fruto de un intento de reanimación después de que su hija tuviera un colapso o si ese zarandeo se produjo por otras causas que se desconocen".

Marta Fresnillo, subdirectora del departamento jurídico de Fundación Anar, detalla el protocolo que se lleva a cabo en estos casos con bebés: "Tienen que comunicar de forma inmediata cualquier indicio de violencia que detecten en menores".

En el caso de la bebé de Anabel, el médico forense, enviado por el juez, fue el que determinó que ese traumatismo fue lo que le provocó a la pequeña una hemorragia cerebral con estatus epiléptico. Unos síntomas que son compatibles con el 'síndrome del bebé zarandeado'.

Según el testimonio de David Rodríguez, estaba en el aparcamiento de un centro comercial cuando la niña comenzó a llorar. Él intentó consolarla y le cambió el pañal. La puso primero boca abajo y después boca arriba, pero el llanto era cada vez más fuerte.

Entonces, según apunta el protagonista, la pequeña se puso rígida, perdió la consciencia y él le dio unos "golpecitos en la mejilla y le metió el dedo en la boca para comprobar que no se estaba atragantando".

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