Susana Megan está atravesando una de las etapas más felices de su vida. La exconcursante de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' anunciaba a comienzos de este mes de enero, tras casi una década compartida junto a Manu Lombardo, su nueva relación con Álvaro Romero. Desde entonces, son varias las publicaciones que la pareja ha compartido de forma pública y con las que ha dejado evidencia de su gran conexión.
Ahora, ha sido este último quien ha impulsado a su novia a llevar a cabo un acto que, aunque cotidiano para muchos, ella había mantenido alejado de su vida como consecuencia de su trastorno de pánico y agorafobia.
Era en el podcast de Druni donde Susana se sinceraba acerca de los trastornos que padece y que fue diagnosticado por su psicólogo: agorafobia, que es el pánico a estar en un lugar en el que la persona perciba que puede ser difícil escapar, rodeada de multitudes o sola en espacios abiertos; y trastorno de pánico, que le provoca estar en constante tensión al pensar que cualquier situación cotidiana puede implicar un riesgo grave para su integridad física.
“No subo en ascensor, llevaba cinco años sin hacerlo; no subo en tren ni en cercanías, ni en barco ni en avión. Llegó un momento en el que tenía que bajar la ventanilla del coche o incluso salir porque sentía que me quedaba atrapada. Cuando estaba en un espacio cerrado pensaba que me iba a faltar el aire y que me iba a morir", explicó entonces.
Ahora, sin embargo, la influencer ha conseguido afrontar uno de sus miedos tal y como ella misma ha relatado a través de sus redes sociales: “Después de no sé cuántos años sin subir a un cercanías, hoy toca dar un pasito. Estoy cagá pero hay que ser positiva”, ha añadido en una imagen en la que ha señalado a Álvaro como su “motivador personal”.
De forma posterior, ha relatado el instante en el que intentó subir a un tren por última vez pero, a diferencia de esta, no pudo hacerlo: “La última vez que estuve aquí fue hace cinco o seis años y recuerdo que vino mi hermana con mis sobrinos. Al final, terminaron subiendo todos menos yo. Mi cuerpo se paralizó y me puse a llorar. No podía subir. Solo ver el tren, escuchar el ruido… Me dio muchísima ansiedad”, ha afirmado.
A pesar de ello, unos años después ha podido vencerla y, con la ayuda de su novio, encargado de amenizar el viaje con una sesión de maquillaje hacia Megan, ha asegurado estar “muy feliz” por su nuevo logro personal.