La influencer Natalia Jiménez denuncia que no ha podido empezar la quimioterapia: "Nadie me coge el teléfono"

A mediados de este mes de enero, y poco después de comprarse su primer piso con su actual novio, la influencer Natalia Jiménez, de tan solo 20 años, anunciaba que padece cáncer de sangre. Una patología que, según el Instituto Nacional del Cáncer, empieza en el tejido que forma la sangre, como la médula ósea o en las células del sistema inmunitario y cuyos ejemplos más significativos son la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple.

Tras confesar que estaba completamente "en shock" por un diagnóstico que no esperaba recibir al hacerse unos análisis rutinarios y lamentar que tenga que pasar por un proceso tan delicado ahora que empezaba a "superar sus problemas de conducta alimentaria", Natalia ha intentado afrontar su enfermedad continuando con los proyectos que había iniciado en su vida. Por ello, en los días posteriores a la publicación del vídeo en el que hablaba de su diagnóstico de cáncer, ha seguido decorando su nuevo hogar y se ha preparado físicamente para los posibles efectos adversos de la quimioterapia.

"Hoy me tendrían que haber puesto el tubo de la quimio"

Siguiendo los consejos de algunos de sus seguidores que también han pasado por la enfermedad, la influencer se ha hecho un tratamiento de microblading en las cejas, de cara a la pérdida de pelo que puede sufrir durante los próximos meses. Por el mismo motivo, ha ido a la peluquería, "le dure lo que le dure" el cabello, de lo que se puede deducir que Natalia estaba muy concienciada de que iba a comenzar pronto a recibir las primeras sesiones de quimioterapia. Sin embargo, por errores del sistema sanitario al que acude, esto no ha sido así.

En una de sus últimas publicaciones, la joven creadora de contenido ha denunciado tres hechos preocupantes en torno a la atención médica que está recibiendo como paciente de cáncer: "Mi médico está de baja y no sé cuando comienzo con la quimioterapia. Hoy me tendría que haber puesto el PICC (el tubo que se coloca en la vena para recibir la quimio) y nadie me llama. Me estoy desesperando porque nadie me coge el teléfono", ha escrito, expresando una queja que le sonará familiar a tantos pacientes que han tenido que sufrir el importante déficit del sistema sanitario español y la falta de personal efectivo cuando alguno de los profesionales está de baja.

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