Donald Trump y Melania no solo celebran esta semana el inicio de su segunda presidencia en Estados Unidos. También sus 20 años como marido y mujer, un aniversario conocido como bodas de porcelana.

Fue el 22 de enero de 2005 cuando el político y la exmodelo eslovena pasaron por el altar en una ceremonia que entonces pertenecía al mundo de la jet set, empresarial, de la política e incluso del espectáculo. El enlace nupcial fue una clara demostración de poder convertido en una exhibición de lujo y ostentosidad, reflejando la personalidad de Trump y el estilo sofisticado de Melania.

La ceremonia nupcial se llevó a cabo en la iglesia episcopal de Bethesda-by-the-Sea, una iglesia de estilo gótico en Palm Beach, Florida. Esta iglesia fue el lugar perfecto para la ceremonia y donde Melania y Donald intercambiaron sus votos ante una congregación de invitados selectos, que incluían familiares, amigos cercanos y personalidades influyentes.

Después del 'sí, quiero', los invitados se trasladaron a Mar-a-Lago, la exclusiva y opulenta propiedad del magnate en Palm Beach. La recepción se celebró en el Salón de Baile, que fue renovado con detalles inspirados en los palacios europeos.

De este modo, la decoración de Mar-a-Lago fue fastuosa, como era de esperarse. El lugar estaba adornado con arreglos florales exuberantes que incluían rosas blancas, orquídeas y lirios. Las mesas estaban cubiertas con mantelería de seda, candelabros de cristal y una cubertería de oro.

La boda contó con más de 400 invitados vip, como Hillary y Bill Clinton, Anna Wintour, Bruce Willis, Simon Cowell, Heidi Klum, Shaquille O’Neal, P. Diddy y Barbara Walters, entre otros.

Uno de los elementos más comentados de la boda fue sin duda el vestido de novia de Melania, diseñado por John Galliano y firmado por la casa de moda de lujo Christian Dior. Este vestido, hecho a medida, fue una obra maestra de la alta costura que costó, según varios medios internacionales, unos 200.000 dólares.

La prenda estaba confeccionada en seda duchesse y contaba con una impresionante falda volumétrica, adornada con cristales y perlas. La cola del vestido medía más de cuatro metros y el velo, bordado a mano, completaba el aspecto regio de Melania.

Debido a la complejidad y los materiales, el vestido pesaba 23 kilos, lo que hizo que Melania necesitara ayuda para caminar durante la ceremonia y la recepción. Después reapareció con un traje de Vera Wang y con el cabello suelto con una corona de flores en la cabeza. 

En cuanto al menú, el banquete fue diseñado por chefs de renombre como Jean-Georges Vongerichten y contó con una selección de platos gourmet, incluyendo caviar, pastel de cangrejo, filete mignon y langosta.

La tarta de bodas fue otro de los elementos espectaculares del evento. Se trató de un pastel de siete niveles, diseñado por la pastelería Cedric Barberet y que era una obra de arte en sí misma. Estaba cubierto con glaseado de oro de 24 quilates y adornado con más de 2.000 flores de azúcar. Cada capa del pastel tenía un diseño diferente.

Durante el banquete, el estrenado matrimonio se dedicó unas emotivas palabras. "Quiero dar las gracias a mi chica, a mi pequeña Melania. Llevamos seis años juntos y han sido los mejores seis años de mi vida. Tenemos una gran familia", dijo Donald. Melania, por su parte, espetó: "Gracias, esposo mío. Agradezco a Donald Jr. y a Eric sus bellas palabras. Y también a Ivanka y Tiffany por aceptarme. Yo os acepto. Y tengo que felicitar a mi marido por hacer un trabajo tan asombroso. ¡Gracias!", tal y como recogió entonces la revista 'Hello!'. Finalmente estrenaron su baile nupcial con 'The way you look tonight' de Frank Sinatra.

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