Raphael se enfrenta a uno de los momentos más complicados de su vida. El cantante padece un linfoma cerebral, un cáncer cerebral poco frecuente. Así lo confirmaba el Hospital 12 de Octubre de Madrid el pasado 26 de diciembre, más de una semana después de su ingreso hospitalario. "Presenta un linfoma cerebral primario con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo que justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días. Durante su ingreso en este hospital se ha iniciado tratamiento específico para esta patología que continuará de forma ambulatoria", señalaba el centro médico en un comunicado. Al día siguiente, el 27 de diciembre, el artista recibía el alta hospitalaria y regresaba a su casa junto a su esposa, la aristócrata Natalia Figueroa.
De su ingreso de urgencias aquel 17 de diciembre en el Clínico San Carlos, al que acudió tras sentirse indispuesto en la grabación del programa televisivo 'La Revuelta' y sufrir un accidente cerebrovascular, se cumple este viernes un mes. Un mes de mucha intriga e incertidumbre, ya que han sido escasos los datos que han trascendido sobre cómo evoluciona su estado de salud.
A sus 81 años, el intérprete de 'Mi gran noche' cuenta con el apoyo incondicional de toda su familia, que no se ha separado en ningún momento de su lado, y en algunas ocasiones tanto Figueroa como dos de sus tres hijos -Jacobo y Manuel Martos- han aprovechado para actualizar su evolución ante la prensa, ya fuera en las puertas del hospital o por la calle.
Raphael ya ha empezado a recibir un tratamiento ambulatorio especializado para abordar su enfermedad. Figueroa ha sido la última en desvelar cómo estaba funcionando. "El tratamiento que comenzó hace dos semanas está yendo muy bien. Está rodeado de sus tres hijos, los nietos… Estamos todos, como una piña que somos, cuidándolo y mimándolo", aseguraba a la revista 'Semana' este pasado 15 de enero, afirmado que su marido está "estupendo, sereno y tranquilo".
Unas declaraciones que iban en la misma línea que las que hizo su hijo, Manuel Martos, hace unos días. También adelantó que estaba "muy bien", reconociendo que aunque la prioridad de su padre sigue siendo recuperarse y volver a subirse a los escenarios a sus 81 años, lo que "necesita" ahora es "tranquilidad, estar bien y bajar el nivel porque lo importante es lo importante".
Asimismo, su hermano Jacobo habló sobre cómo su padre Raphael y la familia está afrontando el diagnóstico. "Hay diagnóstico y hay tratamiento, que era lo fundamental. Así que con optimismo y estas cosas. Luego él es una persona muy fuerte, el tratamiento lo seguirá en casa con visitas periódicas al hospital". Pese al linfoma cerebral, el cantante se encuentra "muy animado".
No obstante, lo que peor lleva de su enfermedad es la preocupación por saber cuándo va a volver a encontrarse en buenas condiciones y poder subir a los escenarios y defender su exitoso repertorio de canciones.
Precisamente, el compositor tenía programado para el pasado 20 y el 21 de diciembre un concierto en el WiZink Center de Madrid -ahora Movistar Arena-. Su agencia de representación RLM también comunicó que los conciertos que el artista tenía previstos a principios de 2025 en EE.UU, República Dominicana, Costa Rica, Puerto Rico y México se cancelaban por "prescripción médica". Por el momento, siguen en pie los agendados en España, aunque se desconoce si también tendrá que posponerlos.
En concreto, Raphael tiene previstos los siguientes conciertos en el país: en Elche (17 de mayo), Almería (31 de mayo), Albacete (7 de junio), Marbella (5 de julio), Chiclana de la Frontera (12 de julio), Santander (19 de julio), Córdoba (20 de septiembre), Murcia (4 de octubre), San Sebastián (11 de octubre), Palma de Mallorca (24 y 25 de octubre), Bilbao (29 y 30 de noviembre), Granada (13 de diciembre) y Barcelona (20 de diciembre). Sin embargo, sus planes de futuro son una incógnita.
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