La emocionante entrevista a Davide Morana, ejemplo de superación: una meningitis fulminante le dejó sin brazos y piernas

  • En enero de 2018 una meningitis fulminante provocó que Davide perdiera las piernas y los brazos

  • Desde eso momento, Davide Morana empezó su nueva vida: "Lo que me ha pasado es lo que me ha permitido ser quien soy a día de hoy

  • Su historia de superación la plasmó su pareja, Cecilia Cano, en el libro 'Arriba la vida'

Davide Morana era un joven de 24 años que amaba el deporte, practicaba triatlón y llevaba una vida activa saludable en el sur de España cuando su vida dio un giro de 180 grados. En el año 2018 comenzó a sentirse mal, a experimentar una fiebre que aumentaba con fuerza acompañada de un gran dolor en sus articulaciones.

Lo que en un primer momento parecía una simple gripe poco a poco comenzó a complicarse hasta provocarle unas desconcertantes manchas oscuras en la piel. Tan solo unas horas después de pasar por el hospital, ese joven de origen italiano regresaba al centro médico donde le diagnosticarían ya correctamente: meningitis fulminante.

Los médicos apenas tuvieron tiempo para tratarle y antes de que pudieran reaccionar la gran infección acabó con Davide en coma inducido. Los órganos de Davide empezaron a fallar y durante días la vida del deportista estuvo en riesgo. Al despertar milagrosamente los médicos le daban una noticia difícil de asimilar: debían amputarle brazos y piernas si quería seguir viviendo.

Lejos de dejarse llevar por la depresión, Davide convirtió su desgracia en un relato de resiliencia y en una lucha constante por retomar su pasión por el deporte, aunque eso sí, con la ayuda de costosas prótesis que le permitieron andar y correr de nuevo.

Davide Morana ha visitado el plató de 'Fiesta' para contar en primera persona cómo ha sido su larga carrera contra la adversidad y para dar las claves, junto con el psicólogo Rafael Santandreu, del reto que es la superación personal y la fortaleza emocional:

"La vida te pone delante problemas, la frustración que yo tenía en aquel momento era enorme, no lo niego, pero conseguí tirar hacia adelante y la verdad es que ahora considero que mi vida es mejor que la de antes (...) No estuve solo, al principio tuve la ayuda de un grupo de psicólogos, psiquiatras y también la de antidepresivos, pero rápidamente les dije que estaba bien, que si se quedaban a mi lado era para hablar de lo que tenía pensado hacer a partir de ese momento".

Así es el día de este atleta paralímpico

Para este italiano afincado en España, lo que le ocurrió hace seis años no solo supuso una nueva oportunidad de vida, si no que además le supuso un tremendo aprendizaje. Y es que Davide tuvo que reinventarse y aprender a utilizar las prótesis que desde entonces en adelante le iban a acompañar a diario:

"Entreno unas tres horas diarias. La gente se cree que las prótesis que llevo son como del futuro, pero en realidad es un sistema muy sencillo. Mis prótesis de brazos, por ejemplo, llevan unos sensores que reaccionan a las contracciones de mi muñón. No fue fácil adaptarme a ellas e incluso llegué a pensar en dejarlo en varios momentos, pero seguí y me acostumbré a vivir con ellas, ya no pienso en qué tengo que hacer para que se muevan las prótesis, ya es algo que me sale solo. Hago vida normal y por las noches les cargo la batería porque consumen mucha energía".