En 1985 España estaba de enhorabuena, pues fue el momento en el que la brasileña Regina Do Santos, exconcursante de 'Acorralados', llegaba al país para alegrar con su música los programas de televisión. A principio de año, la brasileña aparecía públicamente para hablar de su situación actual y de una terrible caída que había sufrido. Así es como nos enteramos que vive tranquila, jubilada y alejada del foco mediático.
A comienzos del pasado año Regina Do Santos sufrió una caída en la calle. "He tenido un accidente", contaba la brasileña con la cara amoratada, hinchada y con heridas cubiertas por un apósito y esparadrapo y una tirita. "Me hice una brecha encima de la ceja derecha y un corte entre la nariz y el labio superior porque me caí de cara con las gafas de sol puestas", comentaba. "Empecé a sangrar como una loca, se pararon cuatro chicas que venían caminando, llamaron a una ambulancia y cuando llegó la ambulancia, los chicos de la ambulancia me dijeron que tenía que ir a urgencias a que me dieran puntos de sutura en la ceja y a que me revisaran", terminaba por contar de este último susto.
Durante sus años de mayor esplendor, la brasileña consiguió ahorrar bastante, no obstante, en una entrevista concedida a 'Socialité', la cantante y bailarina, explicaba entre lágrimas su complicada situación actual, que la lleva a no poder trabajar, porque no la llaman. De hecho, se siente "olvidada". La brasileña, reclama una oportunidad para volver a trabajar, ya que dice tener la salud para ello: "Es muy duro tener que ir retirándote antes de que tengas ganas".
"Puerta que golpeas, puerta que se cierra", se quejaba la artista y cantante de 'Mamá, yo quiero…'. "Siempre tienes que estar demostrando que todo va bien para todo el mundo", pero, sin embargo, su situación dista mucho de la alegría. "Duele, y duele mucho, que la gente pase de ti. Saber que importas poco. Olvidada y borrada para muchos".
Tras su entrevista ella misma ella desmiente que su situación económica y profesional sea mala. "Todo lo que se ha dicho es mentira. Estoy bien, con el piso pagado, sin deudas, con buena salud y jubilada. No pido trabajo ni dinero", aclara la artista en la revista 'Pronto'. La cantante vive con una pensión de 1.200 euros y sus ahorros. "No soy una muerta de hambre ni ando pidiendo. No entiendo que se cuenten cosas que no son ciertas. No estoy en la miseria", asegura.
La brasileña asegura que: "Vivo sola, no tengo vicios, no mantengo a un chulo, no me drogo... Mi droga es el gimnasio, hacer deporte y mantenerme en forma". En cuanto a su jubilación, indica que decidió dar el paso porque, aunque físicamente está "perfecta", ya no quiere arrastrarse "de un lado para otro, mal pagada y con demasiados impuestos". "Jubilada vivo mucho mejor", termina.