En la noche de este martes 24 de diciembre, el rey Felipe VI pronunciará su tradicional mensaje de Navidad. Como cada año, Nochebuena es una fecha marcada en rojo en el calendario de la familia real y de todos los españoles, ya no sólo por las fiestas y las reuniones familiares, sino también para poder seguir de cerca las palabras del monarca y ver qué evolución ha habido en su capacidad de comunicación y expresión a lo largo de esta década como rey. 

El experto en comunicación y lenguaje de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez, destaca a la web de Informativos Telecinco que "durante estos años, en los que el rey se ha dirigido a nosotros a través de la televisión, ha habido una destacada evolución en la forma de comunicar a la ciudadanía sus anhelos, sus preocupaciones y las perspectivas de futuro". No obstante, asegura que "debería trabajar en introducir algunas novedades en la presentación en televisión para captar mayor número de espectadores".

De este modo, García Gómez desvela cómo ha evolucionado Su Majestad en sus discursos navideños a lo largo de los años y los aspectos que debería mejorar para comunicarse mejor con los ciudadanos. 

Según el experto, los primeros mensajes navideños de Felipe VI "nos daban una imagen estática, con una realización técnica sobria, pero carente de registros variados en el ritmo, tono y timbre de su voz". Señala a este medio que la regularidad en la expresión oral "podría causar en el espectador una monotonía, que sería suplida por elevaciones de voz en una transición de tonos medios a graves, para centrar los titulares más destacados de lo que el monarca nos quiere transmitir". 

También observa que a lo largo de los años el soberano español "ha trabajado especialmente la lectura para dar énfasis a sus palabras". "Sería interesante que poco a poco se fuera despegando del papel, en este caso del 'teleprompter', donde sigue visualmente el texto del discurso, y que pudiera introducir alguna frase inesperada para dar más frescura a la alocución", sostiene. 

Desde que el rey accedió al trono en 2014, Felipe VI ha centrado sus discursos en distintos acontecimientos ocurridos durante ese año, como la corrupción, la crisis económica o el coronavirus. En este caso, se centrará en las trágicas consecuencias de la DANA, y también trasladará sus mejores deseos para el 2025.

Julio García Gómez considera que, además, podría implementar una serie de innovaciones que pasaran a formar parte de sus nuevos mensajes navideños. Uno de ellos sería "intentar captar la atención de los más jóvenes y buscar elementos clave que puedan atraer su interés centrados en las expectativas laborales y las nuevas tecnologías a su alcance".

También "procurar una realización dinámica en los planos, incluso con la posibilidad de que haya movimiento del monarca en la sala para dar más agilidad a la imagen".

En cuanto al estilismo, el experto cree que podría "buscar guiños a la naturalidad y proximidad a la ciudadanía con un toque menos clásico en su traje y corbata", para trasladar una imagen "más informal".

Asimismo, explica que estaría bien que el monarca introdujera "frases improvisadas" o fuera de guion en el discurso para "dar más naturalidad a la expresión". "Frases que pueden estar memorizadas, pero no escritas, y que presentarán mayor frescura a la locución", manifiesta.

Finalmente, el experto cree que podría "resultar de interés" recopilar, en los meses previos a la emisión, "las preocupaciones de los ciudadanos en un buzón online y extraer una muestra representativa de sus preocupaciones y deseos". 

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