Sofía Suescun enseña cómo era a los 14 años: "Me destrocé las cejas"

Sofía Suescun se ha puesto nostálgica y ha sacado a la luz una foto de cuando tenía 14 años. La ganadora de 'Gran Hermano' y de 'Supervivientes' ha vivido un año de muchos cambios, pero se ha quedado muy impresionada al encontrarse con esta instantánea del pasado. La influencer se ha mostrado muy crítica con su aspecto, aunque también ha alabado una decisión que tomó.

Después de verse vestida de novia con las imágenes de su futura boda con Kiko Jiménez por IA, la influencer se ha topado con la realidad de su adolescencia, los años de instituto y las modas de entonces que ahora ya no van con ella.

La novia de Kiko Jiménez se ha visto en esta fotografía que ha compartido con sus seguidores y no se ha reconocido. "¡Qué manera de destrozarme las cejas!", ha escrito de sus finísimas cejas depiladas que fueron tendencia en los 90 y los 2000. Una etapa en la que una se está conociendo, se atreve y en donde las inseguridades te marcan.

"De cuando tenía 14 años", ha escrito la hija de Maite Galdeano acerca de esta fotografía que no ha mostrado nunca antes en sus redes. Después de haber pasado por varios realities, experiencias amorosas, ruptura con su madre y diferentes operaciones estéticas, a Sofía le cuesta verse en esa imagen

El vivir de lleno aquella tendencia le ha hecho ahora renegar de aquella depilación de cejas tan extrema que hasta casi las hacía desaparecer. Tras haber recuperado su forma inicial (sin tener calvas como consecuencia), Sofía Suescun se aplaude esta decisión y otra que también forma ya parte del pasado. "Qué bien me cerré el agujero del piercing", ha dicho acerca de otra novedad estética que lucía en aquella época.

El llevar el piercing Monroe era en aquel momento toda una seña de identidad. El imitar el lunar de la actriz Marilyn Monroe a la izquierda (si se ponía en la zona de la derecha adquiría el nombre de Madonna por su característico lunar) fue una moda que la ganadora de 'GH' siguió, pero de la que a día de hoy no queda ninguna marca. Un detalle que se puede apreciar a la perfección, si se ve el rostro de Sofía.