Raquel Salazar cuenta por qué se hizo conocida en Madrid antes de 'Los Gipsy Kings'

Raquel Salazar se hizo conocida por ser una de las protagonistas de 'Los Gipsy Kings', programa que comenzó a emitirse en Cuatro hace una década y del que han salido rostros tan conocidos ahora en las redes sociales como su hija, Noemí Salazar, o La Rebe. En aquel momento, la vallecana se presentaba como diseñadora de moda; de hecho, en la primera temporada aparece como la modista que se encarga de crearle a la hija mayor de Dani Jiménez y Marisol Vargas su vestido para su fiesta de cumpleaños.

En el programa, no se indaga mucho más acerca del pasado laboral de Raquel, sobre el que ella ha hablado ahora en el podcast 'Mano a mano', donde ha contado que era conocida en Madrid por su faceta como modista. La madre de la exconcursante de 'Gran Hermano VIP' ha explicado que llegó a ser diseñadora siendo autodidacta porque no quería gastar mucho dinero en los trajes para sus hijas, Raquel y Noemí, que en ese momento eran adolescentes.

"Hay que hacerse un traje para cada boda y no se puede repetir, pero yo trabajaba y ganaba 70.000 pesetas, pero un vestido valía 100.000 y yo no podía. Lo podías pagar a plazos pero había muchas bodas", ha contado Raquel, que desesperada por no poder pagar tantos vestidos se le ocurrió a diseñarlos ella y a coserlos con la ayuda de una mujer ecuatoriana que cosía en su barrio.

"Entre sus manos y mi imaginación me lié a hacer vestidos y me hice famosa. Los vestidos más bonitos los llevaba mi hija", ha recordado la suegra de Antón Suárez, que también ha confesado que en la capital las llamaban a su hija y a ella 'Las Pontejo', en referencia a la tienda de abalorios: "Decían que nosotras les poníamos a los vestidos todas las piedras de Pontejo y al final, de criticarnos, nos hicimos famosas".

Fue gracias a que Raquel diseñaba tantos trajes para eventos que un equipo de Cuatro la descubrió: aquellos cámaras iban a grabar a una chica que le había encargado a la vallecana un traje de novia, pero se quedaron eclipsados por la gracia de la vallecana y el carisma de su hija Noemí. El resto, es historia.