Gabriela Guillén ha dado un paso al frente en '¡De viernes!' y ha desvelado capítulos de su vida para que los espectadores la conozcan mejor. La madre del hijo de Bertín Osborne se sincera y revela la dura infancia que sufrió: "Fui una niña maltratada, infeliz, abusada y solitaria. Me sentía prisionera porque me sentía culpable de contárselo a mi familia. De hecho, creo que hoy lo van a saber todos".
Cuenta Gabriela que, desde pequeña, sufría episodios de ansiedad y esto era porque "había personas en mi entorno que me estaban haciendo daño". Cuando sufrió estos abusos por parte de un familiar "tenía ocho años y me decían que era un juego y que no contara nada. Tenía miedo de seguir jugando a ese juego y que mi madre me castigara. Yo vivía con él, vivía con la persona que abusaba de mí. Era terrible". Se trataba de su tío (concretamente, aclaran después en plató, el hermano del nuevo marido de su madre).
Gabriela se emociona al hablar de la soledad, la angustia y miedo que vivió por aquel entonces: "Es muy duro estar sola y no poder contar, no poder gritar al mundo porque quizás no te entienden". Esta vivencia le marcó tanto que, con el tiempo, cuando creció y tuvo su primera pareja, sentía "rechazo" y "asco y repulsión" al intimar con él. Ahora, al fin, se ha liberado de esa culpa. Al parecer, según aclaran los colaboradores en plató, se lo contó a su madre cuando tenía doce años.
Ya de mayor, Gabriela volvió a ver a este familiar que abusó de ella: "Fue en Paraguay, no quería volver. Pisar allí es recordar. A ese sitio no voy porque sé que está él. Está mi abuelo, pero no voy porque no le quiero ver. Es terrible como una persona que ha hecho tantísimo daño esté libre", se lamenta, emocionada, durante la entrevista.
Además, Gabriela confiesa que sufrió bullying en el colegio, donde se reían de ella. Lo pasó tan mal que intentó atentar contra su vida en algunas ocasiones: "Llegué del cole, cogí un cuchillo de la cocina. Me encerré en el baño. Mi hermana pequeña tuvo que saltar la ventana para entrar. Fue muy doloroso. Desde entonces no tenía ganas de vivir y lo intenté tres veces y aquí dos", relata. Cuenta también que Bertín conoce este duro pasado y "el hecho de que se eche a un lado es como tirarme en una jaula con leones".
Además, Gabriela ha contado cómo vivió todo el proceso de la presión mediática en torno a su embarazo, de cómo no sintió el apoyo de Bertín Osborne en aquel momento y eso le hace sentirse decepcionada por él, que no ha recibido ningún dinero por su parte para el cuidado de su hijo y lamenta que no lo conozca aún. Para rematar, dice que su relación es nula y llega a manifestar que siente que el cantante "se ha dejado comer la oreja por su entorno más cercano". Por último, ¿lanza una pullita al cantante?: "Mi hijo se parece mucho a Bertín. Yo le voy a educar para que sepa respetar a las mujeres... bueno, a todo el mundo".