Este martes 10 de diciembre está marcado en rojo en la agenda de los reyes Felipe y Letizia. Sus Majestades inician el viaje de Estado a Italia -el segundo desde que ascendieron al trono en 2014-, un viaje que se prolongará hasta el jueves y que incluye paradas en Roma y Nápoles. Los monarcas españoles también mantendrán una serie de encuentros tanto con el presidente de la República, Sergio Mattarella, como con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Entre tanto, y ante su ausencia en el país, la infanta Sofía aterrizará a Madrid, ya que sus vacaciones en el UWC Atlantic College comienzan este miércoles.

Tal y como ha trascendido, la visita arranca este martes por la tarde con un encuentro en la Real Academia de España en Roma con la Asociación de Hispanistas italianos con motivo de su 50 aniversario. Por la noche tendrá lugar en la residencia del embajador en Roma, Miguel Ángel Palacios, la tradicional recepción a la colectividad española a la que han sido invitadas unas 500 personas y a quienes el monarca les dedicará unas palabras.

Ya el miércoles tendrá lugar la parte más institucional de la agenda del viaje y, entre otros compromisos, la jornada se completará con la cena de gala que Mattarella ofrecerá a los reyes en el Palacio del Quirinal.

Durante las cenas de gala en la que participan miembros de la realeza hay un elemento que se convierte en el centro de las miradas: los looks y las joyas de los invitados, un momento clave en el que las familias reales muestran su riqueza cultural, tradición y ostentosidad. Sin embargo, se espera que este banquete sea totalmente distinto. Tal y como se prevé, y salvo que decidan sorprender en el último momento cambiando una norma no escrita, la reina Letizia no llevará tiara, una de las piezas clave del joyero de toda soberana.

Pese a que la reina Letizia es conocida por su impecable estilo y su capacidad para lucir algunas de las joyas más icónicas de la Corona española en eventos de gran relevancia, en esta ocasión no veremos a Letizia con una tiara. Y es que, en su día, la reina Sofía impuso la siguiente regla: no utilizar ninguna de las diademas del joyero de pasar en países no monárquicos. Una pauta que, hasta el momento, Letizia ha seguido.

Además, el protocolo italiano no incluye banquetes de gala con etiqueta estricta, sino cenas de Estado formales pero más sencillas, que prescinden del uso de joyas de gran gala como tiaras y collares fastuosos, manteniendo una imagen más sobria. A diferencia de monarquías como la británica o la sueca, donde las cenas de gala están impregnadas de pompa y ceremonia, en Italia se prioriza un ambiente más discreto y austero.

Así, aunque Letizia tenga acceso a algunas de las piezas más valiosas del joyero real, como la Tiara Flor de Lis o la Tiara Cartier, estas no tendrán cabida en un evento que no exige gran etiqueta. En su lugar, la reina optará probablemente por un vestido de cóctel o un traje formal, complementado con joyas más sencillas y elegantes.

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