Con la entrada de su hija menor, Laura, en la decimonovena edición de 'Gran Hermano', los medios han recuperado a la primera expulsada de la historia del formato: María José Galera. La ex gran hermana, que actualmente trabaja en seguridad, reside en un pisito en el corazón de Sevilla que ha mostrado a sus seguidores a través de las redes sociales.
El perfil oficial de la cantante de ‘Dime la Verdad’ nos muestra tiene fijada su residencia en un confortable piso de Sevilla en el que aprovecha cada rincón con inteligencia y sencillez. Gracias al análisis de las fotografías sabemos que María José es una gran enamorada del cine y atesora una interesante colección de películas junto a la televisión, que tiene ubicada en un mueble de madera, donde sigue las aventuras de su hija en Guadalix de la Sierra.
Precisamente es el salón de la vivienda el centro neurálgico de la vida doméstica de María José Galera. En esta estancia organiza encuentros con amigos y también disfruta de partidos de fútbol: es una gran forofa de la Selección Española. Se trata de un espacio que cuenta con un confortable sofá con chaise longue de color blanco dotado de múltiples cojines estampados para aportar comodidad y una mesa baja para servir cenas y aperitivos.
La sevillana no ha olvidado su pasado musical y en el salón también hace sus pinitos con la guitarra eléctrica que su marido le regaló con motivo de su aniversario. Gracias a otras fotografías de su perfil oficial podemos descubrir que María José lleva muy a gala sus raíces andaluces y tiene reservada en un lugar preferente una pequeña bandera de la Comunidad Autónoma: la tiene ubicada en una mesa auxiliar de estilo morisco ubicada junto a una de sus bibliotecas.
María José Galera es una mujer de gustos sencillos que disfruta mucho de su familia y sus amigos. Además de su marido, con el que mantiene una discretísima relación alejada de los focos, la sevillana se desvive por sus hijas Patricia y Laura.
Además cuenta con una gran colección de buenos amigos con los que suele hacer planes festivos que van desde los consabidos paseos por el Real de la Feria hasta los inevitables aperitivos de fin de semana.