Raquel Bollo vive en una preciosa casa de estilo nórdico situada en una exclusiva urbanización a once kilómetros de la capital sevillana. La exconcursante de 'Supervivientes' ha decorado ella misma cada estancia de su casa que cuenta con cinco habitaciones, tres baños, un amplio salón y un gran jardín exterior con piscina del que disfruta en grande rodeada de sus hijos y sus nietas.

El salón de Raquel Bollo ha sido decorado por ella misma y es un fiel reflejo de su personalidad. En tonos tierra, la diseñadora ha pintado la estancia en tres tonalidades diferentes: color crema para las paredes generales, beige crudo para la pared central y un compuesto de piedras envejecidas para el tabique de la chimenea con el que ha integrado el estilo rústico en la estancia. Tiene dos grandes sofás modulares de líneas rectas en color blanco a cada lado del salón con varios cojines de diferentes texturas de animal print, una mesita baja sobre la que tiene un gran jarrón de cristal y velas de diferentes tamaños, y un diván de estilo moderno con una manta de pelo marrón y dos cojines con estampados de cebra.

La chimenea es de estilo moderno y está rodeada por un marco metálico de color plata que combina a la perfección con la piedra envejecida de la pared. A su lado y en una de las esquinas del salón, la madre de Alma Bollo ha colocado una mini palmera natural de interior de dos metros de altura, y al otro lado, tiene una estantería de madera oscura con varias fotografías familiares. La estancia es muy luminosa y cálida a la vez, gracias a los largos visillos traslúcidos de color blanco que tiene en cada ventana.

La exconcursante de 'Supervivientes' también ha creado un espacio único en su salón, en la zona que comunica con otras habitaciones y estancias, colocando una elegante mesa con patas de mármol y un gran lienzo pintado sobre ella con una lámpara en tonos beiges y azules. A su lado, ha colocado una pequeña butaca cuadrada de terciopelo gris y de estilo moderno para darle mayor comodidad a este espacio.

El comedor de la madre de Manuel Cortés sigue el mismo estilo y la misma línea cromática que el salón de la casa. La pared central del comedor está cubierta de piedras envejecidas al igual que el tabique central de la chimenea del salón, unificando el estilo de ambas estancias. La madera también está presente en este espacio, ya que cuenta con una gran mesa de madera de nogal con capacidad para ocho comensales y ocho sillas de terciopelo rosa y turquesa de estilo moderno. A cada lado de la mesa, Raquel ha colocado dos grandes plantas naturales que se vuelven las protagonistas del espacio.

Elegancia y comodidad. El dormitorio de Raquel Bollo mantiene el contraste de materiales que en el resto de la casa. La pared de enfrente de la cama es de azulejos de color marrón oscuro envejecido que imitan la piedra. En esta pared, Raquel ha colocado una pantalla de televisión y cuenta con un mueble pequeño de almacenaje de madera de un tono claro sobre el que tiene un gran cáliz metálico con flores a modo de decoración. A su lado, tiene una butaca de lectura de estilo clásico y de color blanco crema sobre una gran alfombra de pelo gris que llega hasta la cama. Esta pared, está cubierta por un papel pintado de flores clásicas y de color beige crudo que combina a la perfección con los azulejos de efecto piedra y con el cabecero acolchado de color beige de la cama.

El dormitorio principal cuenta con un baño integrado que tiene un amplio plato de ducha y una gran bañera triangular con escaleras de subida. El baño está alicatado en su totalidad con baldosas de color marrón claro y en uno de los descansos entre la bañera y los lavabos, Raquel ha colocado un gran lienzo en el que aparece pintada una cebra.