Marta Riumbau vive en un lujoso chalet de estilo 'minimal' de casi un millón de euros ubicado en la sierra de Madrid. Una vivienda que también fue hogar de Diego Matamoros hasta su ruptura que ocupa 250m2 de la parcela sobre la que está asentada, que asciende a 1.500m2 y que cuenta con porche exterior y una gran piscina.

El chalet es de estilo moderno en su arquitectura con una exquisita decoración minimalista en su interior. La primera planta es completamente de estilo loft, une el hall con el salón, el comedor y la cocina, a través de su suelo de microcemento y de los grandes ventanales que la componen. El hall de la casa es muy amplio y se extiende por un gran pasillo con estanterías de color blanco con libros y revistas que llega hasta el gran salón. El elemento protagonista de esta estancia es la enorme pantalla de plasma que tiene enmarcada en el centro de la sala sobre una chimenea invisible, y hasta el momento, tenía un sofá modular de color beige oscuro que ahora ha anunciado que va a cambiar.

Detrás del marco que envuelve la pantalla, se encuentra el comedor de la casa que cuenta con una gran mesa de forma irregular de mármol blanco con capacidad para ocho personas. Las sillas del comedor son amplios sillones de estilo moderno tapizados en tejido rizado de color blanco, y el centro de mesa lo componen dos jarrones marrones de diferentes alturas con flores naturales. Una de las paredes cuenta con una tira de luz led que cruza la pared de manera irregular que la misma Marta Riumbau ha colocado.

Desde la cocina se puede observar el hall, el salón y el comedor. La estancia es muy amplia, está totalmente abierta y cuenta con una enorme isla de mármol gris oscuro en el centro donde se sitúa la placa vitrocerámica y varios electrodomésticos de lujo. En la isla y en la encimera, también de mármol gris oscuro, la influencer tienen varios elementos decorativos y útiles de cocina de madera, como recipientes, floreros, jarrones, bols de frutas y tarros de cristal con pastas y legumbres.

Desde el hall, se accede a la segunda planta de la casa a través de unas escaleras de estilo industrial que el mismo Diego Matamoros ha diseñado. Las escaleras combinan a la perfección con la gama cromática neutra que envuelve toda la casa de colores grises, beiges, ocres y blancos.

El dormitorio de la expareja de Diego Matamoros es puramente minimalista. En la estancia no hay ningún elemento decorativo más que la cama y su cabecero acolchado de baja altura de color beige, al igual que la ropa de cama. Frente a ella, Marta tiene un gran ventanal con salida a una terraza desde la que entra una intensa luz a la habitación y desde la que disfruta de unas espectaculares vistas de la sierra. Es misma luz solar, se proyecta en la pared lisa de microcemento del cabecero de la cama creando diferentes formas geométricas y un ambiente cálido y agradable gracias a la luz.

"Desde mi primera consola que me regaló mi padres hasta la actualidad, con todo lo que sigo coleccionando", comentó Diego Matamoros en sus redes sociales cuando quiso compartir el cuarto de videojuegos personal que había montado en la casa que sigue compartiendo con Marta Riumbau. Todo tipo de consolas y mandos, televisiones y pantallas antiguas, videojuegos retro y actuales, plays por doquier, Funkos Pop y todo tipo de artículos de coleccionismo tiene Matamoros en esa estancia que ha creado desde cero a su gusto.

La casa está rodeada por un enorme porche exterior que une la primera planta con la piscina y el jardín a través de unos grandes ventanales. El porche cuenta con una zona de descanso con sofás y mesa auxiliar, y una zona con una mesa redonda de cemento blanco de mayor altura para celebrar comidas y cenas. Desde el porche, se accede a la gran piscina rectangular que está situada en el centro de la parcela y rodeada por césped, árboles y vegetación.