Almudena Cid llega a 'Bailando con las estrellas' para darlo todo. La exgimnasta olímpica se convierte en bailarina por una noche y demuestra sus habilidades rítmicas en una disciplina que se aleja de la que habitualmente solía practicar sobre el tapiz. La actriz, que se encuentra en momento profesional muy bueno, también vive una dulce etapa en lo personal. Tras su ruptura con el presentador Christian Gálvez, la actriz se hundió en un dolorosísimo duelo al que finalmente pudo poner fin. Su corazón pudo curarse poco a poco y el amor volvió a llamar a la puerta de la intérprete tiempo después. Gerardo Berodia es el hombre con el que ha rehecho su vida.
La pareja se conoce desde hace muchos años. Sin embargo, su relación sentimental no comenzó hasta 2022. Unidos por el deporte, sus valores, carácter resiliente e incluso por su signo del zodiaco (nacieron con un año y una semana de diferencia), son inseparables desde entonces.
Gerardo Berodia prometía ser una de las figuras estrellas del fútbol español. El madrileño, de 42 años, compartió cantera en el Real Madrid junto a Iker Casillas, equipo en el que en el año 95 llegó a proclamarse como campeón infantil de Europa y mejor jugador del torneo. Entonces tenía 14 años.
Las marcas empezaron a fijarse en esta joven promesa a la que con 15 años el cáncer apartó del terreno de juego. Un tumor en el tobillo fue el culpable. El pronóstico que se le ofreció en un primer momento no fue bueno, aunque finalmente los médicos consiguieron salvar su extremidad. "Mi padre me dijo que tenía que elegir entre la amputación del pie o quitar el hueso entero y fijar la tibia con el tobillo", contaba a 'El Mundo' hace unos años en una entrevista.
Tres años más tarde, un joven Gerardo volvía a ponerse las botas, y aunque en España logró jugar con grandes equipos -entre ellos el propio Real Madrid -, acabó poco a poco descendiendo a categorías inferiores para finalmente acabar marchándose a Bolivia a escribir su propia historia.
Justo cuando se encontraba en el mejor momento de su carrera profesional en Sudamérica, un nuevo golpe acababa apartándole del terreno de juego y obligándole, esta vez sí de manera definitiva, a colgar sus botas de futbolista. "Tuve que rescindir el contrato y volver a la realidad. Mi situación económica no era fácil", explicaba en otra entrevista.
Bero, como así le conocen sus amigos, tiene un hijo que ya ha cumplido la mayoría de edad. Él es el verdadero amor de su vida. Cuando el pequeño tenía nueve años sufrió un grave accidente mientras jugaba en la piscina; tuvieron que darle más de 600 puntos.
Esto marcó un antes y un después en la vida de Gerardo, que para poder hacer frente a su situación económica, decidió apartarse del terreno de juego de manera profesional y probar suerte como taxista.
Su gran pasión siempre fue el fútbol, por ello, ante sus ganas de continuar jugando con el balón, acabó alistándose en el Navalcarnero para poder matar 'el gusanillo' en sus ratos libres. "El fútbol para mí siempre ha sido muy importante. Es mi forma de evadirme del trabajo", señalaba a Radio Marca.
En la actualidad ejerce como intermediario de jugadores para una agencia de representación de futbolistas.