El cambio climático se ha convertido en el mayor desafío al que se enfrenta actualmente el planeta. La acción humana ha comprometido la salud de los ecosistemas, que se han vuelto más vulnerables y que ven peligrar su futuro. Entre los peligros que acechan, hay uno que debe preocuparnos especialmente: el estado de nuestros mares y océanos.
El agua es fuente de vida. Provenimos de ella y en ella está nuestro futuro. Hasta en una acción aparentemente tan automática e imperceptible como el hecho de respirar tiene algo que ver el medio marino. Las millones de partículas de fitoplancton que se encuentran en su interior absorben dióxido de carbono y liberando el oxígeno que respiramos: producen más de la mitad del que se genera en la Tierra. Pero es un fenómeno delicado que solo se produce bajo unas condiciones concretas, y que corre peligro.
Tras la espectacularidad de los océanos subyace una amenaza que hace peligrar su capacidad de crear vida: el plástico. ¿Sabías que en el mar hay entre 5 y 50 billones de microplásticos, que pueden entrar en la cadena alimentaria? ¿O que los pronósticos apuntan a que, si seguimos a este ritmo, en el año 2050 habrá en el mar más plásticos que peces?
Ha llegado el momento de devolverle al agua todo lo que nos ha dado. En Biotherm llevan años trabajando con el objetivo de cuidar nuestra piel. Y han pedido algo a sus consumidores: que mientras ellos se preocupan por nuestra piel, nosotros hagamos lo propio por el medio marino. Por eso, porque saben de la importancia de la sostenibilidad, han creado el proyecto Water Lovers, mediante el cual ayudan a preservar las aguas del planeta.
No todo está perdido: si actuamos a tiempo, en 30 años podremos recuperar el 80% de la vida dañada. Un alto porcentaje del plástico producido no se recicla, y su destino final es generalmente los vertederos o el medio ambiente. Por eso, en Biotherm quieren concienciar e inculcar responsabilidad en la reducción de la huella del plástico. El proyecto colabora activamente con distintos organismos que investigan y protegen las aguas y que educan en la necesidad de tomar conciencia sobre la salud de mares y océanos. La limpieza de playas y ríos se ha convertido en otra de sus señas de identidad.
El 8 de junio, Día Internacional de los Océanos es una fecha pensada para reflexionar sobre la importancia de estos “pulmones azules” del planeta y su papel en nuestras vidas. De su estado dependerá en gran medida nuestro futuro. Solo respetando los mares, conservando su biodiversidad y el fitoplancton que en ella se encuentra podremos cambiar las cosas.
No sigas de brazos cruzados y únete al Movimiento Water Lovers. Respeta y cuida al mar, súmate a la generación del cambio, ¡cada gota cuenta!