Los hombres de Sandro están buscando pistas en el barrio después del incendio provocado en el narcopiso. Le piden las llaves de la furgoneta al señor Fu pero este se niega en rotundo, lo que provoca que el narco saca una navaja y le exija que se lo dé porque si no lo hace, le va a cortar el cuello.
En estas, aparece Tirso después de que le avisan en el bar que estaban pegando al dueño del bazar, y Santi está de por medio. El ferretero no duda ni un momento en enfrentarse a estos hombres, él no quiere pelea solo quiere que se larguen y que dejen al señor Fu.
Tras el incidente, Fu está enormemente agradecido a Tirso por haberle ayudado, y no dudará en llevarle regalos y obsequios a la ferretería. Pero él no quiere aceptarlo, lo hizo solo por ayudarle, no quiere nada a cambio. Fu, en cambio, es capaz hasta de retirar todos sus productos de ferretería de la tienda para no hacerle la competencia en el barrio.