Tirso se entera de que Maica estuvo en su casa y discute con Jimena: “Te vas a reconstruir la relación a la puñetera calle”

Tirso llega a casa con su hijo Santi, que está derrumbado porque su mujer le acaba de dejar. A Tirso no le queda otro remedio que acoger a Santi en casa por unos días y llegan a casa con las maletas: “Tomate el día libre anda, ya me encargo yo de la ferretería”.

En la casa de Abantos también están Irene, Jimena y Víctor. Cuando Tirso se dirige hacia una de las habitaciones, escucha a Irene hablar con su madre: “Cuando vino la abuela me dijo que le abriera el paladar, pero no funciona, no lo entiendo”, se queja Irene sobre su hijo, que no quiere mamar.

Estas palabras no sientan nada bien a Tirso, que no puede ver a Maica ni en pintura: “¿Que tu abuela estuvo aquí?”, pregunta indignado. Jimena reconoce que fue ella la que dejó entrar a Maica y también confiesa que están intentando reconstruir la relación. “Pues te vas a reconstruir la relación a la puñetera calle, pero aquí no vuelve a entrar esa mujer”, responde Tirso enfadado.

Cuando Jimena se va y da un portazo, Irene se queda a solas con su abuelo y se derrumba: “No sé ser madre”, dice a Tirso entre lágrimas, quién intenta consolarla diciendo que no es fácil ser madre ni atender a los bebés, pero que lo logrará con el tiempo.

¿Estará en peligro la relación de Tirso y Jimena por este acercamiento madre-hija?¿Conseguirá Tirso consolar a Irene?

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