A partir de los 40-45 años, muchos personas se enfrentan una etapa de la vida que puede resultar difícil e incluso dolorosa. En esta fase, convergen una serie de situaciones que nos llevan a cuestionarnos aspectos importantes de nuestra existencia:
Estos desafíos afectan tanto a hombres como a mujeres y, en algunos casos, pueden desencadenar una depresión crónica. En Enphorma Psicología, nos proponemos explorar cómo la ciencia aborda esta etapa de la vida y cómo podemos manejarla psicoemocionalmente para prevenir la depresión y, en su lugar, cultivar la felicidad y el bienestar. Es fundamental entender que lo que estamos experimentando es una fase natural del ciclo de vida, y podemos convertirla en una etapa maravillosa si sabemos cómo abordarla.
De hecho, las investigaciones y encuestas a nivel mundial han identificado una "curva de la felicidad" universalmente reconocida. Esta curva sugiere que los niveles más altos de felicidad suelen encontrarse alrededor de los 20 años, luego disminuyen gradualmente hasta tocar fondo en la mediana edad y, a partir de los 50, comienzan a elevarse nuevamente, alcanzando niveles de felicidad similares a los de la juventud. Esta curva se interpreta comúnmente como una transición desde el idealismo juvenil hacia el realismo de la madurez, culminando en una aceptación en mayúsculas en edades más avanzadas.
En nuestro Reto APE de esta semana, te invitamos a prestar atención a tus actividades diarias y cómo te sientes al realizarlas. Observa si todo es realmente importante, si puedes simplificar tu vida o incluso eliminar actividades que ya no te aportan. La reflexión y la toma de decisiones conscientes pueden ser poderosas herramientas para abrazar esta etapa de la vida con serenidad y satisfacción.