Grasas saludables, vitales y beneficiosas para nuestro organismo
La OMS calcula que el consumo de grasas trans causa unas 500.000 muertes al año por cardiopatías coronarias
Las grasas saludables son un macronutriente esencial y deben estar presente en toda diea saludable, aunque siempre, en su justa medida
Consumir grasas saludables ayudan a recuperarse más rápidamente después del ejercicio
Hoy en nuestro bloque de alimentación, vamos a hablar de las grasas con la ayuda de Sergio Fernández. Las grasas, ese término que en el pasado estaba tan demonizado y del que había que huir a toda costa si queríamos mantenernos saludables.
Pues bien , actualmente se considera a las grasas un macronutriente esencial, en concreto algunas de ellas que ahora veremos y, deben estar presente en toda dieta saludable, aunque siempren en su justa medida. Cierto tipo de grasas, no es que sean buenas, es que además son imprescindibles para nuestro organismo y más aún si cabe en las mujeres, ya que sin ellas el cuerpo no va a poder generar el colesterol necesario para tener niveles adecuados de hormonas sexuales (progesterona y estrógenos), lo que puede producir desajustes como la desaparición de la menstruación, ciclos irregulares, o problemas de fertilidad.
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La grasa en la alimentación siermpre ha tenido mala reputación y muchas veces por desconocimiento. Los alimentos bajos en grasas o 0% grasa, son comercializados como más saludables, cuando muchas veces no es así.
Pero no queremos marearos explicando con detalle, cómo se clasifican y por qué, ya que entre otras cosas no sería muy didáctico debido al gran número de excepciones y su complejidad.
En general, las más saludables son las grasas insaturadas que pueden ser de origen vegetal o animal (pescado azul, huevos,..), pero también existen grasas saturadas muy beneficiosas para el organismo como el aceite de coco, aunque siempre en pequeñas cantidades.
¿Qué función tienen las grasas en nuestro organismo?
Sobre todo aportan los ácidos grasos esenciales para generar energía, aíslan el cuerpo del frío, facilitan la absorción de vitaminas liposoblubles como la vitamina A, E, D y K, ayudan a regular los niveles de colesterol y protegen algunos órganos vitales como el corazón o los riñones.
Además, las grasas forman parte de células del sistema nervioso, son necesarias para la elaboración de hormonas y también ayudan a regular la temperatura corporal.
Por todo ello, en ningún caso se deben suprimir. Tan sólo evitar las menos recomendables y vigilar las cantidades.
Beneficios de las grasas saludables y algunos de sus componentes como el Omega 3 y el Omega 6
Consumirlas a diario además ayuda a:
- Incrementar la masa magra ( todo el peso de tu cuerpo menos la grasa) y reducir la grasa corporal.
- Recuperarse más rápidamente después del ejercicio.
- Reforzar el sistema inmunológico.
- Mejorar el estado de la piel y el cabello.
- Combatir algunas enfermedades psicológicas como la depresión.
- Tienen además un efecto saciante y aportan más flexibilidad y sabor a nuestra dieta haciéndola más sostenible en el tiempo.
- El Omega 3, a partir de regular los niveles de colesterol, reduciendo el malo y aumentando el bueno, también se demostró en un estudio realizado por el British College of Osteopathic Medicine, que ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer y es fundamental para el desarrollo del bebe durante el embarazo.
- Y el Omega 6 ayuda a controlar la diabetes mejorando los niveles de azúcar en la sangre.
Pero veamos algunas de las grasas saludables que debemos incluir sí o sí en nuestra alimentación y donde se encuentran habitualmente aquellas de las que debemos huir.
Las grasas saludables
- Aceite de oliva.
- Huevo.
- Aguacate.
- Aceitunas.
- Frutos secos: nueces, almendras, macadamia, cacahuete, avellanas... son fuente de minerales, ricos en fibra y ácidos grasos. Además son saciantes y fácilmente transportables.
- Semillas: como la chia, el lino o linaza , las pipas de calabaza o girasol o el sésamo.
- Pesacado azul: salmón, atún, sardinas, anchoas, bonito, jurel...
También podríamos incluir el aceite de coco y la mantequilla clarificada o ghee, que a pesar de ser grasas saturadas tienen particularidades muy interesantes sobre todo para cocinar, ya que son más resistentes al calor y tardan mucho más en oxidarse. El problema de la oxidación en los aceites para cocinar, es que además de darte un sabor algo rancio, disminuye la calidad nutricional y liberan radicales libres.
Grasas a evitar: las grasas trans
La mayoría son grasas creadas artificialmente en laboratorio a partir de grasas naturales que se hidrogenan para mejorar su textura y verse más atractivas. Se utilizan fundamentalmente en la industria y un ejemplo es la margarina.
Las grasas transaturadas no sólo aumentan el colesterol 'malo' sino que reducen 'el bueno'. Su ingesta, en concreto la de origen industrial, se asocia un mayor riesgo de infartos de miocardio y muerte por cardiopatía coronaria, una de las primeras causas de fallecimiento a nivel mundial. Entre otros efectos parece influir en la resistencia a la insulina del organismo.
Aunque la industria alimentaria ha reducido considerablemente el uso de grasa trans en los últimos años, todavía la podemos encontrar en algunas galletas, caramelos, helados, bollería industrial y muchos productos procesados que la mismo tiempo son tan adictivos.
Los experto explican que actualmente la legislación no oblica a declarar el contenido de grasas trans en el etiquetado aunque se pueden reconocer como 'grasas hidrogenadas' o 'grasas parcialmente hidrogenadas'.
La OMS calcula que su consumo causa unas 500.000 muertes al año por cardiopatías coronarias.
Resumen de ideas
- Tienen una función vital para nuestro organismo y no se deben suprimir. En general, las más saludables son las grasas insaturadas que pueden ser de origen vegetal (aceite de oliva, aguacate, chia…) u origen animal (pescado azul, huevos,..).
- Tienen múltiples beneficios como reducir la grasa corporal, mejorar la piel y el cabello y prevenir enfermedades como el Alzheimer y la drepresión.
- Las grasas a evitar son las grasas trans, todavía presentes en muchos productos procesados, bollería industrial, helados y precocinados fundamentalmente, su consumo elevado provoca cientos de miles de muertes al año por infarto de miocardio.