Alba Carrillo sentencia: “Hay mucha gente que envidiaba a Rocío Jurado y lo ha pagado su hija”
La colaboradora defiende a su amiga Rocío Carrasco con argumentos prácticamente irrebatibles
Carrillo considera que el odio que le profesan algunas personas, como Raquel Mosquera, a Rocío Carrasco, nacen de una profunda envidia a su madre
Alba está convencida de que tanto Rocío Jurado como Pedro Carrasco estarían profundamente dolidos si pudieran ver lo que sus parejas, Raquel Mosquera y Ortega Cano, han hecho a su hija
La vida de Rocío Carrasco ha sido la de una persona que nació bajo los focos. No debe ser fácil poner un pie en la tierra y que todo el mundo te mire por ser la hija de. En su caso, la hija de Rocío Jurado, "la más grande" de la canción española, y de Pedro Carrasco, el campeón del mundo de boxeo. Alba Carrillo, desde la profunda amistad que la une con Rocío Carrasco, no tiene ninguna duda de que gran parte del odio con el que ha lidiado a lo largo de su vida ni siquiera viene de una animadversión directa hacia ella. Es una proyección. Es que pagan con ella los sentimientos que tenían hacia su madre: “Yo creo firmemente después de todo lo del documental que hay mucha gente que tenía mucha envidia a Rocío Jurado — incluida, por ejemplo, Raquel Mosquera — y lo han pagado con su hija”, sentencia Alba sin titubear.
“Es tremendo, pero a veces los hijos pagan envidias, fobias, problemas o manías que se les tiene a los padres, y eso deberíamos tratar de erradicarlo, porque cada persona es cada persona y ninguno tiene la culpa de lo que haga su familia. Y mucho menos de que su familia se buena, ni de que su madre sea brillante y su padre también”. Alba señala aquí un tema que creo que generalmente pasamos por alto al pensar en la complejidad de crecer siendo hija de estrellas. No es solo lo duro que puede resultar para muchas de estar personas vivir “a la sombra” de sus padres, con el sambenito de ser eternos “hijos de” o que todo el mundo tenga unas expectativas que pesan como losas a nivel de talentos y virtudes: también puede tocarles toda una vida de que los odios y envidias hacia sus progenitores recaigan sobre ellos. Envidia en herencia deberíamos llamarlo.
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Hay dos personajes principales en toda esta historia que han tratado de hacer trizas a Rocío Carrasco aferrándose a la memoria de sus padres. Son, en ambos casos, las parejas que tuvieron cada uno de ellos tras separarse. En el caso de Pedro Carrasco, la señora Raquel Mosquera. En el caso de Rocío Jurado, José Ortega Cano. Hay algo que Alba Carrillo señala con mucho acierto en esta reflexión y que aplica a ambos: si les quisieron tanto como quieren vender no se dedicarían a destrozarle la vida a lo más querido de su vida, su hija Rocío.
Contra Raquel Mosquera: “Si Pedro Carrasco viera lo que le ha hecho a su hija no no le volvería a hablar”
“Lo que está claro es que a una persona no se le puede achacar la muerte de su padre. Es muy grave lo que esta mujer ha hecho. Ha hablado mal del papel de Rocío Carrasco como madre, ha estado al lado de una persona que se ha portado tan mal con ella como es Antonio David. Hay cosas que si tú has querido tanto a una persona como ella dice que ha querido a Pedro Carrasco, no debes hacer”.
Dale a play para ver el resto de la reflexión de Alba sobre Raquel Mosquera y por que opina que “Si Pedro Carrasco viera lo que le ha hecho a su hija no no le volvería a hablar”.
Contra Ortega Cano: “Roció Jurado estaría tan disgustada”
“Verdaderamente la familia materna, la parte mediática, se han portado muy mal con Rocío y su madre estaría tan disgustada… Yo no puedo decir que quiero a alguien y le hago eso a su hija”. Alba Carrillo pone el dedo sobre Ortega Cano por varios motivos. Primero, por el desprecio sistemático hacia Ana María Aldón que ha supuesto su forma de hablar de Rocío Jurado, por otro, la falta de respeto y coherencia terrible que supone su acercamiento a Antonio David.
Dale a play, porque Alba tiene muy buena memoria para recordar ciertos detalles escabrosos que el diestro, al parecer, ha decidido olvidar y que suponen una ofensa terrible a la memoria de la Jurado.