Bajo el título de 'Te tengo que estar queriendo hasta después de la muerte', Rocío Carrasco decide desmontar a su tía Gloria Mohedano, a la cual acusa de no haberla querido nunca. Además, destapa lo que hizo con el dinero que Rocío Jurado le dio para su hijo, Antonio, el día de su boda... ¡Se lo quedó la propia Gloria!
Cuenta Rocío Carrasco en este segundo capítulo de la docuserie, que su madre, Rocío Jurado, le dio un dinero a Gloria para su hijo Antonio, el cual se casaba. Pero este dinero nuca llegó a su destinatario: "Cuando mi primo Antonio se casa, mi madre le da (a Gloria) 200.000 pesetas como regalo para Antonio". La Jurado, extrañaba por no haber recibido siquiera las gracias por parte de su sobrino, decidió llamarle: "Llamó a su sobrino para decirle ‘niño, que no me has dicho nada del regalo, si te ha parecido bien, si quieres otra cosa…’ y Antonio le dijo ‘Rocío, yo no tengo ningún regalo tuyo’. Y Gloria nunca jamás le dio ese dinero a Antonio". Por cosas como estas es por las que Rocío denomina 'jauría' a parte de su familia.
Pero este no es el único asunto relacionado con el dinero que tiene mosca a Rocío Carrasco. Cuenta que Manolín se hacía cargo de todo lo que tenía que ver con la Finca de los naranjos y que administraba él mismo una cuenta que le había abierto la Jurado para que pudiera comprar lo que necesitara, contratar trabajadores, etc. "Gloria metía las narices en el campo, el otro opinaba de los números, metía mierda con mi tío Manolín. Gloria un día le dijo que le firmara un cheque, que lo dejes en blanco me ha dicho Rocío. Mi tío lo firmaba y se lo daba. ¿Para qué era ese dinero? No se sabe. ¿Lo recibía Rocío Jurado? Tampoco se sabe. A lo mejor su hermana se lo había dicho, pero no se sabe. Manolín se lo dijo y mi madre lo supervisaba, pero no me extrañaría que algo se hubiera extraviado, hablo con conocimiento de causas y antecedentes".
Desde pequeña, Rocío pasaba los veranos con su tía Gloria. Se sintió una niña querida, pero con el tiempo tiene otra visión de todo aquello que vivió: "Nada de lo que se hizo se hacía de corazón, ni se hacía de manera desinteresada, ninguna atención fue gratuita, y que al final era ‘tú cuida de mi hija y te aseguras un lugar de veraneo, dos meses, a gastos pagados". ¿Crees que te quería?, se le pregunta a Rocío durante la grabación de esta docuserie. Ella lo tiene claro:
"A mi modo de entender, no. De manera pura y desinteresada, no. Hablo con el dolor de que, al final te das cuenta de que has vivido como en una mentira. Que las cosas se han desarrollado de una forma tan fea, que lo que creías que era tu familia, tu sangre, se ha venido al suelo, se ha desmoronado, y se han posicionado en el lado más opuesto de tu vida y el que más daño te hace (del lado de Antonio David Flores). Mi madre sabía perfectamente quién era cada uno", sentencia Carrasco.