Qué es una dorsal anticiclónica: el patrón atmosférico que trae tiempo estable
Las dorsales se representan con isobaras abiertas en los mapas
Aparecen con forma de U invertida, al contrario que las vaguadas
Durante el invierno las altas presiones acentúan el frío nocturno
Esta semana se va a formar sobre la Península Ibérica lo que se llama una dorsal anticiclónica, un patrón atmosférico que trae tiempo estable. Pero, ¿qué es exactamente?
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lo define como una “región de la atmósfera en la que la presión en un nivel es alta en relación con la de las regiones vecinas al mismo nivel”. Es decir, es una elongación de un centro de altas presiones, que se asocia a tiempo estable y seco, generalmente.
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En los mapas sinópticos, los típicos del informativo del tiempo, se representa como una serie de isobaras o isohipsas casi paralelas, abiertas, en forma de ‘U’ invertida. También se llama cresta o cuña y es, recuerda la Aemet, “lo opuesto de vaguada”.
Su circulación es en el sentido horario en el hemisferio norte y contrario a las agujas del reloj en el sur, al contrario que las borrascas.
El tiempo bajo la influencia de una dorsal
Algunas dorsales pueden ser muy duraderas (en cuyo caso nos referimos a ellas como estacionarias), como ha sido el caso de Siberia este 2020.
En España, las dorsales tienden a traer calor en verano, mientras que en invierno favorecen la caída en picado de las temperaturas por la noche. Esto es, porque al no haber viento ni humedad que retenga el calor por la luz solar que pega en la superficie durante el día, por la noche ese calor se esfuma rápidamente y se impone el frío.
Otros efectos de las altas presiones suelen ser la formación de nieblas y un aumento de la contaminación.