¿Qué es el verano meteorológico que empieza la semana que viene y por qué es diferente al astronómico?
El verano meteorológico comenzará el 1 de junio, veinte días antes que el astronómico, que arrancará con el solsticio
El verano astronómico comenzará el 21 de junio y durará 93 días, hasta el 23 de septiembre
¿Cómo será el tiempo en España entre mayo y julio 2022? Las previsiones de la Aemet
El verano está a la vuelta de la esquina. El astronómico comenzará el próximo 21 de junio en todo el hemisferio norte, con el solsticio que producirá el día más largo del año. El meteorológico, menos conocido, arrancará la primera semana del mes. ¿Qué es y en qué se diferencian ambas estaciones?
El verano astronómico llegará el 21 de junio a las 11:14 hora peninsular española, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), cuando el Sol alcanzará su mayor elevación sobre el horizonte al mediodía de todo el año y se producirá el día con más horas de luz solar. La estación durará 93 días, y terminará el 23 de septiembre con el inicio del otoño.
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Durante el solsticio, cada región de España recibirá más o menos horas de luz según su latitud. En Madrid, el día durará aproximadamente 15 horas, mientras que durará algo menos en el sur (especialmente en Canarias) y algunos minutos más en el norte.
¿Qué es el verano meteorológico que empieza el 1 de junio?
Por otro lado, está el verano meteorológico que empieza el 1 de junio. Los meteorólogos distinguen entre ambos porque, por la inercia de la atmósfera, el día del solsticio no coincide con el periodo más cálido del verano, que suele llegar en torno a tres semanas después.
Así, la canícula (la época más calurosa del año, que suele caer entre el 15 de julio y 15 de agosto) tiende a ocurrir en el ecuador del verano meteorológico, en vez del día del solsticio, cuando tenemos más horas de luz solar.
De igual manera, en invierno los días más gélidos ocurren a mediados de enero por regla general, no en la fecha del solsticio en diciembre.
¿Qué tiempo nos espera en verano en España?
Las previsiones apuntan a un verano más cálido (con unos 2 ºC de anomalía en el conjunto de España) y más seco que el promedio. La sequía podría acorralar nuevamente a nuestros campos, con la reserva de agua a la mitad de su capacidad a finales de mayo 2022, lo cual resultaría en más incendios y posibles restricciones al regadío.