Peñafría se ha convertido en el nuevo hogar de nuestros urbanitas pero todavía se desconocen las verdaderas razones por las que muchos de ellos han abandonado la ciudad. En el último capítulo, Nacho se ha inmiscuido más de lo que debía en asuntos ajenos y ha descubierto el terrorífico motivo por el que Mocho y Ruth han decidido formar esta particular ecoaldea: “¡Él es un asesino!”.
Nacho se ha encontrado con un carnet de Ruth y ha descubierto que realmente se llama Cayetana. La mujer más jipi del pueblo no lo era hace unos años y, cuando conoció a Mocho, iba subida en un coche de lujo y con un novio poco amigo de los “rastafaris”.
Ruth dejó a su pareja por Mocho y decidió darse a la vida ‘zen’. La complicidad entre ellos era más que evidente ¡y hemos visto su primer casquete en la furgoneta!
Todas estas informaciones han sido sorprendentes para Nacho, que también ha descubierto que Moncho no es quien dice ser. La cabeza pensante de la ecoaldea resulta llamarse Rafael Orellana Sanz y está en busca y captura por el asesinato de un joven fallecido en Madrid.
Pero la historia no es como se pinta y, en realidad, nuestro Moncho simplemente salvó a Ruth de unos bandidos que intentaban abusar de ella. Accidentalmente, Moncho mató a uno de ellos al darle con un bate en la cabeza y huyo al pueblo con su familia ¿Decidirá Nacho delatarlo finalmente a la policía?
¡No! Nacho parece haberse creído la historia de su compañero y les ha dejado quedarse en la Peñafría para seguir con su proyecto de la ecoaldea. En agradecimiento, Ruth y Moncho le han hecho una oferta muy especial: “Cuando quieras hacemos el amor”.