En una de las ya conocidas reuniones de los vecinos de Peñafría, Cándido recordaba que estaba a disposición de todos el nuevo buzón de peticiones y sugerencias anónimas y ya han aparecido los primeros.
"Quiero una pareja para mí", leía el alcalde del pueblo escrito en una de estas peticiones y tomaba una decisión sobre esto para Arsacio y el Ovejas: "He localizado en Soria un local de citas rápidas y mañana hay uno para mayores de 50 años". Y aquí, ambos dos se ponían rumbo a este local donde iban a poder conocer en citas de cinco minutos a varias mujeres.
"Cada cinco minutos sonará la campana y las mujeres cambiaran de mesa. Cuando todos hayáis hablado con todos cada uno nos dará la hoja con el número apuntado de la persona que os gusta y si es mutuo os pondremos en contacto", les explicaban junto antes de empezar y aquí, tanto Ovejas como Arsacio comenzaban a conocer a sus citas.
Arsacio, al ver que conocía a una de las candidatas y que no le estaba gustando la experiencia decidía marcharse fuera del local antes de terminar: "Esto no es para mí y esa es una pesada". Lo que no se imaginaba es lo que le iba a pasar después de esto, mientras el ovejas continuaba conociendo y dejándose conocer.
Mientras Arsacio esperaba a su amigo en la puerta conocía a Damarys, que se partía de risa con él: "Me ha parecido una mamarrachada". "He venido a acompañar a una amiga y no he entrado porque pienso como tú, prefiero conocer gente así conversando", le decía ella y la conexión entre ellos no tardaba en saltar. Tanto es así, que ambos volvían a verse en un local para bailar salsa, algo que Arsacio practicaba por primera vez: "No estoy acostumbrado a sentir pegada a la señora". Y disfrutaba de un divertido momento, entre risas y besos con su nueva ilusión.