La postura de una vecina catalana que deja sin palabras a Ana Rosa: “Los políticos tienen que combatir esta ideología perversa”
"Si te identificas y estás contra esto, es tu muerte civil. No somos extranjeros en nuestra casa”
"Nos quieren extranjerizar, poner una frontera donde no la había"
Una vecina catalana se ha mostrado muy indignada por la situación que está viviendo la ciudad de Barcelona durante los últimos cuatro días. Paula, vive en el Paseo de Gracia, en pleno centro de Barcelona, núcleo de los principales actos vandálicos de las últimas noches: “Esto es el fruto de 40 años de nacionalismo, 40 años de matraca en las instituciones y en la TV3, una ideología que ha traído lo peor a Europa”.
Paula ha asegurado que hay mucha gente harta en Cataluña y que es hora de plantar cara a lo que está sucediendo. Contundente, esta vecina ha afirmado que "España es uno de los países más democráticos del mundo y con un sistema judicial garantista". También ha criticado que la izquierda española no actúe ante esta situación: "Esta causa se está apoyando desde la izquierda española que se ha mantenido de lado. El peor es el que se pone de perfil y no da la cara, el que se pone equidistante porque donde se acaba la ley empieza la tiranía".
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Ana Rosa le ha querido mostrar todo el apoyo a esta vecina y le ha preguntado si no le preocupaba hablar tan claro, pero la respuesta ha sido contundente: "Hay que ser valientes y dar la cara, como hicimos el 8 de octubre. No podemos escondernos, y con nosotros toda España”. En cuanto a la huelga, esta vecina ha sido clara y ha dicho que son muchos los comerciantes que han cerrado por miedo a que les destrocen el local: “La gente tiene miedo, pero por lo bajini está harta”. Además, explica la incertidumbre que hay en su día a día. "Vivimos al albur de esta gente, no sabemos si celebrar el cumpleaños de mi hijo este fin de semana o si podemos salir de Barcelona", dice al respecto.
Los colaboradores han querido aplaudir el discurso de esta vecina, que no se ha callado y ha hablado de todo lo que están aguantando muchos vecinos de Barcelona que no están a favor de la independencia.