Caborca, un pequeño pueblo en pleno desierto mexicano de Sonora. Los traficantes de personas prometen el paso al otro lado de la frontera por unos cuantos miles de dólares, pero no todos pueden pagar. La opción a la que se acogen es “la mochila”.
Trasladan droga hacia Estados Unidos a través del desierto al lado de unos guías narcotraficantes, conocidos como “burreros”. Este programa consigue hablar con uno de estas personas. “Les busco cuando llegan del tren y les propongo cruzar con la maleta de marihuana”, dice. Asegura que cobra en cada trayecto en torno a 2.500 dólares.
El ‘burrero’ cuenta cómo son los duros viajes, que pueden llegar a durar 13 días. Preguntado por si ha muerto alguien en esta travesía, comenta: “Se han quedado donde no pueden caminar. He visto que se quede gente deshidratada, congelada”.
También habla del peligro de los migrantes que no entregan la mercancía tras cruzar la frontera y calcula que un migrante tiene solo un 10% de posibilidades de cruzar la frontera solo. Muchos de ellos pondrán su vida en manos de uno de estos ‘burreros’, todo con tal de conseguir pisar el suelo de Estados Unidos al otro lado del desierto.