Los detalles sobre los estragos de los okupas violentos de Cabanillas del Campo en 'El programa de Ana Rosa'. Desde hace meses, los vecinos no duermen tranquilos. Los okupas atemorizan a comerciantes y vecinos con robos a mano armada y amenazas.
Los vecinos de este municipio de Guadalajara llevan 10 años sufriendo las okupaciones pero ahora el perfil de los okupas ha cambiado y cunde el pánico por el miedo ante la violencia. El grupo de más de 30 okupas se encuentran instalados en las afueras de la localidad, en concreto en unas casas pertenecientes a una entidad financiera. Una vecina afectada declara sin mostrar su rostro: "Se dedican al mundo de la droga, incluso disparan tiros". Además añade: "Entre ellos tienen sus reyertas, sus cotos de poder o que se ponen con sus sustancias divinamente y luego la organizan".
Por otro lado, la mujer señala que "hacen rallies con los coches". Uno de los okupas estampó su coche contra el muro de una casa tras conducir de manera temeraria. El vehículo terminó destrozado sobre la acera. La vecina cuenta lo ocurrido: "Salió un coche de ahí de donde los okupas y se tiró contra el carrito del niño y la mamá". La mujer continúa: "Por los reflejos de la mamá consiguieron salvarse pero eso fue lo que fastidió mucho a los vecinos".
Según los vecinos, los robos por la zona son continuos. Las cámaras de seguridad de un taller cercano grabaron a dos hombres colarse por encima de las vallas. Los comerciantes de la zona declaran haber sufrido algunos de esos robos: "Los catalizadores de todos los coches que hay fuera, se los llevan por las noches". Además asegura que "está todo denunciado".
Uno de los okupas también atacó al propietario de un bar con un cuchillo de grandes dimensiones. El camarero cuenta cómo ocurrió el asalto: "Llegaron estos tres tipos a las ocho de la mañana pidiendo copas, iban bebidos, y se fueron sin pagar". El hombre comenta que les avisó de que la cuenta "estaba sin abonar y a los cinco minutos apareció con un cuchillo por la parte de abajo amenazándonos a todos". El incidente fue grabado en vídeo por un transeúnte, donde se aprecia lo que cuenta el camarero: "Fue reducido por un Guardia Civil que estaba fuera de servicio y aquí le tuvimos hasta que llegaron las autoridades que llamé yo personalmente, llegaron a los dos minutos".
Uno de nuestros periodistas acude a las casas en cuestión para hablar con uno de los okupas, que asegura que "se niega a pagar". El hombre además comenta: "Una parte es verdad y otra es mentira, como siempre, pagan justos por pecadores". El okupa justifica su respuesta: "¿Tú dónde vives no hay ladrones? ¿En la política no hay ladrones? Y aquí porque haya cuatro, ¿ya tenemos que pagar todos? Yo creo que no es justo". El hombre asegura que los que están complicando la convivencia en el pueblo se han marchado: "Los que delinquían ya no están".
Otra mujer que se encuentra en una de las viviendas okupadas invita a subir a nuestro reportero. En el edificio se aprecian varios desperfectos, entre ellos el cuadro de luces que cuelga de una pared. La mujer, que se encuentra en silla de ruedas, también reafirma que los causantes de los delitos ya no están: "Los que habían sí es verdad que robaban, cogían el coche, pero ya se han ido". Además añade en su defensa: "Nosotros somos buenas personas, yo qué voy a hacer inválida".
José García, alcalde del pueblo, señala al responsable de todo: "El grupo empresarial la Caixa no se ha hecho cargo nunca de este problema". Además asegura que estos sucesos "se han intensificado también en otras localidades". Aún así, defiende la tranquilidad y prosperidad del municipio. Por otro lado, el alcalde pide a las autoridades "que endurezcan las leyes, que protejan a los empresarios y a los autónomos, a la administración y a los vecinos de una vez por todas".