Los vecinos de Carabanchel no se libran de los okupas, tras conseguir que se desalojase un edificio tras ocho años de infierno, ahora denuncian otro bloque que lleva 11 años okupado. Hablan de inseguridad, suciedad robos, drogas y que estas personas cada vez son más violentas, algo que Felisa, una de las vecinas, ha ha querido detallar.
El trasiego de drogodependientes es constante en este edificio, conviven okupas que no tienen donde estar con otros que se dedican a la venta de estas sustancias. A escasos metros del portal de este bloque hay un colegio de niños desde los 3 hasta los 12 años, situación que los vecinos califican como "una barbaridad", que los menores tengan que ver ciertas situaciones. Un equipo del programa ha intentado hablar con alguno de estos okupas, pero lo único que se han encontrado han sido amenazas: "Ya verás lo que va a pasar cuando bajemos, os vamos a echar agua caliente".
Además, este mismo equipo ha estado en directo con Felisa, una de las vecinas afectadas, que aseguraba que tienen "simple miedo", además de "inestabilidad" y que tienen que convivir "con mucha mierda en todos los sentidos", lo que ha llevado a que "los pisos se hayan devaluado" ya que hace diez años que está okupado, pero antes no era así "la gente okupada por necesidad", pero ahora "hay gente que vende droga y no os podéis ni imaginar, el miedo es total". Mientras Felisa explicaba la situación limite que están viviendo en este barrio madrileño, uno de los implicados se acercaba hasta el lugar del directo para interrumpir y decir que quería contar "lo que es verdad y lo que no" de la postura que se estaba contando.
Ana Rosa daba la enhorabuena a esta vecina por ser valiente y contar lo que ocurre en su barrio, palabras a las que aseguraba que tiene "miedo pero, ¿qué quieres que haga? Algo teníamos que hacer. Es una situación surrealista". Contando además que a partir de cierta hora no pueden salir a la calle: "Tenemos el toque de queda continuo, tenemos la pandemia permanente". Y que aunque las fuerzas de seguridad acuden e intentan ayudar cuando les llaman "es verdad que viene la policía", la realidad es que "no pueden hacer nada" y por eso todo sigue igual.