Exclusiva| Las fiestas ilegales en casa de Jaime Ostos, en imágenes: mesas por mil euros y bailes sin distancia
Se cobran hasta 1000 euros por una mesa de 6 personas de 00:00 a 06:00 de la mañana
Se denuncia que se hacían hasta cuatro veces a la semana sin ninguna medida de seguridad
La madre de Jacobo Ostos, es médico y estaba dentro de la vivienda mientras se celebraba la fiesta
El programa ha descubierto en exclusiva nuevas fiestas ilegales en Madrid, ahora en casa de un conocido de la televisión, Jaime Ostos en Villaviciosa de Odón. Se ha descubierto y denunciado que su hijo Jacobo celebra desde hace más de dos meses fiestas en su casa.
Todos los detalles de las fiestas ilegales organizadas por Jacobo Ostos
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Han podido conocerse muchos detalles de cómo se daban estas fiestas en el chalet del torero, al parecer en estos meses se han estado celebrando hasta tres y cuatro veces a la semana, los asistentes pagaban unos mil euros por una mesa de seis personas para estar en el sótano de la vivienda, aunque para las chicas había un precio reducido y el horario era de 12 de la noche a seis de la mañana. Las fiestas se promocionaban solo en un grupo selecto de gente y sin escatimar en lujos, lo que le habría estado dando beneficios de miles de euros a Jacobo.
Marta Riesco cuenta que la madre de Jacobo Ostos que es médico estaba dentro de la vivienda durante la fiesta
Marta Riesco, desde el lugar de los hechos, asegura que no había mascarillas ni distancia de seguridad ni ninguna de las medidas necesarias para luchar contra el coronavirus en estos eventos ilegales sin licencia. La periodista asegura que la madre de Jacobo, que es médico, se encontraba dentro de la vivienda mientras se celebraba la fiesta, además de su padre, que padeció coronavirus y estuvo bastante enfermo.
Este equipo de 'AR' que ha investigado durante más de diez y ha asegurado que la mayor parte de la gente llegaba más tarde de las 12 de la noche, fuera del horario del toque de queda impuesto en Madrid y que además, en las invitaciones aparecía "ubicación secreta" para que no se descubriese el lugar de los hechos.
La Guardia Civil no pudo entrar a la vivienda pese a tener muchos indicios de la celebración de la fiesta en el interior
Los vecinos molestos por el ruido y por la aglomeración de personas llaman a la Guardia Civil, pero no consiguieron que Jacobo Ostos saliera de la vivienda. Pese a las muchas muestras que apuntaban a la celebración de la fiesta ilegal en la casa no pueden probar su existencia y no pueden entrar para ver lo que ocurre en el interior. A tres de los asistentes, amigos de Jacobo, no les dio tiempo entrar en la casa y fueron sorprendidos por los agentes, les multaban por haber quebrantado el toque de queda, pero ellos continúan negando que se esté celebrando ningún tipo de fiesta y aseguran que solo "se están quedando ahí a dormir".