Los detalles sobre los errores del asesino en serie de Bilbao en 'El programa de Ana Rosa'. El acusado se dejó la mochila con la documentación y la droga que usaba en sus víctimas en casa de un hombre al que intentó estrangular. Los hasta seis objetivos del presunto asesino eran hombres homosexuales que conocía a través de una aplicación de citas.
Pero eso no es todo, según los investigadores, el detenido "llegó a gastarse 200 euros en un perfume de alta gama con el dinero que había robado a una de sus víctimas", según la reportera. Los amigos del acusado declaran que al menos aparentaba no tener dinero. Además, un compañero de trabajo aseguraba en nuestro programa que "pasó tres meses en la calle y lo pasó bastante mal".
Por otra parte, una cámara de seguridad de una tienda habría grabado al presunto asesino utilizando la VISA de uno de los fallecidos. El sospechoso acudió a una comisaría de la Ertzaintza para denunciar la pérdida de su pasaporte, "la misma en la que más tarde la víctima denunciaría un intento de homicidio". La reportera señala que "no se encontraron porque la víctima estaba herida y necesitaba cuidados médicos". Aún así, la periodista comenta: "Al relatar a los agentes cómo era su agresor, en seguida ataron cabos".
Agentes de la Ertzaintza se encuentran registrando el domicilio de Nelson David, el acusado de origen colombiano. Tiene 25 años y está acusado, por el momento, de la muerte de cuatro personas más dos intentos de homicidio. El investigado vivió en varios pisos de Irún y los agentes están llevando a cabo inspecciones oculares.
"Las víctimas tenían entre 40 y 70 años", declara la reportera. Además, aporta más datos sobre la situación previa de Nelson: "Antes de residir aquí, se encontraba en Bruselas". El consejero de Seguridad del Gobierno Vasco asegura que se necesitarán meses hasta concluir la investigación, que incluye exámenes toxicológicos y el rastreo exhaustivo de las tarjeta de crédito. Además de tratar de conocer la implicación del asesino en los casos. Según la reportera, por el momento "todos los indicios apuntan a que el móvil fue económico, pero todavía no se puede descartar el delito de odio".