El programa ha accedido en exclusiva a las declaraciones de cuatro de las once mujeres que fueron víctimas y sobrevivieron del asesino de Marta Calvo. El acusado actuaba con todas ellas de la misma manera, introducía cocaína en sus genitales y está acusado de seis homicidios, tres consumados y tres en grado de tentativa. Todas ellas coinciden en el perfil de Jorge: "Era una persona agresiva, me cogía fuertemente del pelo, le gustaba decirme palabras ofensivas".
"Me cuesta mucho dormir, tengo pesadillas y tomo medicación para descansar". "Perdí el conocimiento, soñé cosas que parecían reales. Veía y escuchaba a familiares míos que decían que regresase, que no me quedase o que lloraría mucho". "Estuve 32 horas sin comer y 37 sin dormir". "Casi no pude regresar a mi habitación, mis piernas me temblaban y casi no podía andar, el corazón parecía que se iba a salir, nunca había sentido una sensación parecida". Así relatan las cuatro mujeres las consecuencias de sus encuentros con Jorge, el acusado por el crimen de Marta, que cuando se enteraron decidieron denunciarle.
Además, explican las sensaciones que sintieron durante estas quedadas en las que el asesino confeso les suministraba estas drogas: "Pensé que me iba a morir, solo tenia activo el cerebro, el resto del cuerpo como si no tuviera control sobre él, tenía verdadero pánico. Los párpados se me cerraban, pero intentaba mantenerme despierta porque si los cerraba no iba a despertarme ". Otra de ellas incluso tuvo que acudir al hospital: "Me encontraba muy mal, notaba que me estaba pasando algo, sentía que me iba a colapsar, incluso le dije a los sanitarios que podían haberme envenenado". Y es que Jorge siempre utilizaba el mismo funcionamiento: "Me sentí rara y mareada". Y los efectos eran idénticos: "Me di una ducha de agua fría, pero por muy fría que la pusiera no la notaba".
A través de estas declaraciones ha podido saberse que actuaba de la misma con ellas y que a prácticamente todas las llevaba hasta su casa de Manuel, donde supuestamente Marta Calvo fue asesinada: "Me recogió en su coche y nos dirigimos a un pueblo, durante el camino le pregunté en varias ocasiones a qué pueblo íbamos, pero no me lo contaba". Todas recuerdan la casa: "Accedimos a una casa de pueblo, con comedor, cocina en la parte baja, unas escaleras,...". Aunque hubo algo que llamó la atención de las chicas: "No había ropa ni efectos personales, en el baño no había ningún producto".