'El programa del verano' entrevista a un persona que acaba de salir de la prisión tailandesa en la que se encuentra Daniel Sancho tras cumplir su condena. En protagonista explica cómo es la vida en esa cárcel, las pocas comodidades que existen y a qué se enfrentará el preso español durante la convivencia con el resto de reclusos.
La privacidad que tenía Daniel Sancho en su vida privada se va a acabar. También de la que goza actualmente en el módulo de enfermería de la prisión tailandesa. 'El programa del verano' entrevista en exclusiva a un recluso que ya está en libertad y que cuenta con todo tipo de detalle cómo es la vida ahí dentro, qué le espera al español entre los pasillos de la cárcel junto al resto de prisioneros.
Los presos amanecen a las seis de la mañana y lo primero que escuchan es el himno de Tailandia. Tras esto, empieza una rutina muy marcada para todos los que ahí se encuentran: "El desayuno es a las siete de la mañana, el almuerzo a las 12 del mediodía y la cena a las cuatro de la tarde". Tras esto, el entrevistado detalla que tienen unas 10 horas para dormir.
Sin embargo, a pesar de tener tantas horas, dormir no es lo más fácil para los presos. El entrevistado señala con gestos cómo son las dimensiones de la sala que compartía con "400 personas" para dormir. Además, detalla que el grosor de los colchones es de apenas un par de dedos, duermen tres personas por cama y que amontonan en el suelo una tras otra las colchonetas.
La higiene brilla por su ausencia y encima las condiciones en las que se realizan. "Tenemos 10 minutos en la ducha y éramos 100 personas duchándonos al mismo tiempo", explica el entrevistado ante nuestro reportero. En cuanto al ocio, esta persona confiesa que en el interior de la cárcel "no hay radio ni tele, como mucho ponían alguna película en tailandés".
El que fuese preso de la cárcel en la que está Daniel Sancho explica que en Tailandia no existen los vis a vis: "No he tenido ninguna relación sexual con una mujer... estoy casado y no he podido tocar a mi mujer durante la condena". Sin embargo, el entrevistado explica que "dentro hay muchas 'lady boys' y se producen encuentros a escondidas".
En cuanto a los vicios que puede tener cualquier preso, éste detalla que "no se puede fumar, no hay cigarros, ni se puede beber alcohol ni sustancias prohibidas". Por otro lado, añade que Daniel Sancho deberá "aprender tailandés, no le queda otra, es lo que habla todo el mundo y como mucho algo de inglés... en el interior, los presos son como una familia, hay discusiones entre ellos pero no hay peleas".