Las amenazas de los okupas de Majadahonda al reportero de AR y el apuñalamiento a un miembro de Desokupa

'El programa de Ana Rosa' presenció en directo los momentos de tensión que se vivieron en Majadahonda en el intento frustrado de desokupar un edificio conflictivo. Los okupas aparecieron con navajas, tiraron piedras y golpearon violentamente las puertas para intimidar al equipo de periodistas.

Majadahonda vive una situación insostenible con la okupación de 13 pisos de un edificio. Tal es la gravedad, que la empresa privada Desokupa acudió al lugar para poder explicarles que debían abandonar las viviendas y lo que se encontraron fue un ola de violencia enorme: los tipos lanzaron piedras, botellas de cristal y se enfrentaron con navajas al personal de la compañía que intentaba desalojarlos. De hecho, uno de los trabajadores fue herido por una puñalada con arma blanca.

El reportero de AR y otros periodistas, acorralados y atemorizados

El reportero de 'El programa de Ana Rosa' accedió al edificio para poder hablar con algunos de los okupas y uno de ellos confesó sin dar la cara: "En este edificio hay mucha gente de bien, buena, y también hay mala gente... pero no hay delincuentes o asesinos". Un testimonio que no coincide con el apuñalamiento realizado o los continuos robos que sufre el propietario de un bar próximo al edificio: "Me robaron la caja registradora entera, un par de jamones, unas botellas de alcohol, me rebentaron la ventana...".

Además, el periodista de nuestro programa vivió un momento de tensión máxima junto a un grupo de reporteros en el interior del edificio. Los okupas llegaron, los arrinconaron en una sala y ahí empezaron a gritarles de forma violenta mientras daban golpeas a todo lo que tenían cerca: puertas, marcos, paredes y ventanas. Tras esto llegó la Guardia Civil y los mismos okupas, lejos de achantarse, se enfrentaron con los agentes de seguridad.

Una vecina confiesa que no puede más con esta situación: "Hemos recibido amenazas, decían que estaban buscando nuestros coches para destrozarlos, estoy temblando del miedo, no me siento segura ni en mi propia casa...". Por otro lado, confiesa el acoso que sufren diariamente: "Nos están siguiendo, nos están buscando por la calle de noche, no estamos seguros en ningún momento, nos queremos encerrar en casa... pero tampoco es vida, tenemos que seguir yendo al trabajo, hacer el día a día, pero es que lo hacemos con miedo".