Sandra le dice a su psicóloga que está muy desanimada pero la joven afirma que no tiene ideas suicidas
Su último mensaje son dos corazones a una amiga el 7 de noviembre, un día antes de su desaparición
La joven tenía una deuda por el consumo de Ayahuasca
'El Programa de Ana Rosa' habla con el abogado de la familia de Sandra Bermejo, que a pesar de no haber indicios de criminalidad, según consta el sumario, piden que se siga investigando porque no creen que fuese un suicidio.
Los investigadores han reconstruido los últimos meses de Sandra Bermejo para saber que pudo pasar. Hicieron un seguimiento de su entorno, desde que llego a Gijón, estuvo relacionada con un grupo esotérico que defendía la toma de Ayahuasca y otras sustancias alucinógenas como remedio a los problemas.
En su terapia con la psicóloga le dice que está muy desanimada pero la joven afirma que no tiene ideas suicidas. En octubre le comenta a sus amigas que se siente desesperanzada, ella sentía que no podía salir, que había entrado en un bucle. En noviembre, parece que Sandra cada vez está más deprimida, su último mensaje son dos corazones a una amiga el 7 de noviembre, un día antes de su desaparición.
Sandra, el día de la desaparición, trabajó por la mañana, dos pacientes le cancelaron la consulta y es cuándo decide irse a Cabo Peñas. Las cámaras la graban sola, en diferentes situaciones antes de llegar. A pesar de esto, el abogado de la familia confirma en plató que no creen en la desaparición voluntaria de Sandra Bermejo, a pesar de que los investigadores descartan indicios de criminalidad.
"Falta analizar el móvil de Sandra, ver si ha quedado con alguien o no. También hablan de los rituales, hay testimonios en el sumario que dicen que a ella le cambió la ayahuasca, tenía incluso una deuda. Quedan cosas por ver, aunque la policía sigue manteniendo su hipótesis sobre el suicido, falta construir el teléfono de ella", dice Luis Rendueles.