‘El programa del verano’ entrevista en exclusiva a Arancha Palomino tras meses de especulaciones sobre el mediático caso de la muerte de su tía. La acusada ha hablado de manera clara y sin pelos en la lengua sobre diversidad de asuntos en relación con el juicio.
La cuidadora de la tía de Arancha Palomino, A.E. Vaca, pasó ayer de testigo a investigada por las sospechas que la Guardia Civil tiene sobre su colaboración con los dos acusados: Arancha y su marido, el actor, Luis Lorenzo. Los dos están señalados en el último informe por la Guardia Civil como autores del asesinato de María Isabel. El día que murió ellos dijeron que estaban de viaje a Asturias, un extraño viaje, emprendido de madrugada.
La entrevista exclusiva de 'El programa del verano'
Nuestro colaborador Israel López tuvo la oportunidad de “hablar con ella toda la tarde”. Este nos cuenta que “quiso analizar una a una todas las declaraciones que ha habido en el juzgado estas semanas, siendo la más importante la de sus familiares”.
En el avance, Arancha Palomino ya se muestra tajante y segura de sus palabras: “Como tú puedes creer que pago 2000 euros por tener una persona 24 horas y no me gasto dos en un cepillo de dientes” Asimismo, añade: “Yo estuve en todo momento con ella, todos los médicos han ratificado que iba siempre acompañada o de la cuidadora o de mí” Después de esto, no duda en lanzar un dardo a su familiar también implicado en el caso: “Tengo la conciencia absolutamente tranquila, mi marido y yo somos víctimas de la ambición desmedida de mi tío”.
En adición a lo anteriormente mencionado, la acusada amplía información sobre los deterioros de salud de su tía: "La primera atención la tuvo en noviembre de 2019, le cambiaron la medicación porque consideraban que podía aumentar su demencia, ella no estaba teniendo el seguimiento adecuado en su pueblo y me pidió que buscase un buen especialista en Madrid, sanidad privada le hace este diagnóstico y le pauta un tratamiento y yo traté que lo financiase la seguridad social".
De manera análoga, Arancha Palomino trata el tema de los ictus: "Notamos que tenía una desviación de la comisura labial, una lateralización de la cabeza y la llevamos al médico de urgencias, junto con la cuidadora". En relación con los análisis de las forenses dice: "La primera no supo explicar en su declaración ni el quién ni el cómo ni el cuando, ella mismo reconoció que se saltó el protocolo establecido, en cambio la segunda forense si supo explicar que para producirse una intoxicación aguda por metales pesados las cantidades tendrían que haber sido ingentes".
Israel López pregunta a la acusada sobre las declaraciones de los cuidadores a lo que esta responde: "Estos trabajadores han indicado que tenían una animadversión por una discrepancia en el tema comercial, por eso contraté directamente a la trabajadora, ellos mismos confirmaron que no estuvieron en el domicilio basándose en un testimonio referencial de la cuidadora que ha negado los hechos". Finalmente, Arancha Palomino habla sobre el cambio de testigo a investigada de la cuidadora: "No puedo afirmar que esto supone un giro de 180 grados, te puedo asegurar que mi tía murió de forma natural, se están barajando diferentes teorías porque no se llega a ninguna conclusión, creo que lo que va a dar luz a todo es la consecución de la última autopsia".