Los detalles sobre el estado real de María Isabel en 'El programa de Ana Rosa'. Arancha Palomino aseguró en una entrevista para nuestro programa el pasado dos de junio, que su tía disponía de todos los cuidados que necesitaba. Los investigadores revelan los datos que confirman que la octogenaria se encontraba en un estado de desatención notable, según los profesionales que la atendieron.

La sobrina de la víctima aseguraba que tenía "una documentación médica acreditativa de todos los cuidados que ella estaba teniendo por las diferentes especialidades". Aún así, los profesionales dicen lo contrario y señalan que la mujer no estaba bien atendida: "El uno de junio vino a consulta con dificultad para hablar. Le dije que podría tratarse de un ictus y que habría que llamar a una ambulancia y al hospital". El testigo añadía: "Arancha me dijo que le venía mal porque tenía que hacer deberes con el niño". Al día siguiente de este acontecimiento, la investigada llevó a la anciana ante un notario, donde se acreditó que no se encontraba en condiciones de firmar nada.

Un testigo comentaba lo que sucedió en el despacho: "Ayer el notario no le quiso dar los papeles del traspaso de poderes al verla mal. La mujer tiene piojos y no ve que la familia colabore en darle solución". A pesar de la Arancha rechace las acusaciones de maltrato en contra, tanto de ella como del actor. En nuestro programa, la investigada declaraba: "¿Cómo podemos hablar de cualquier tipo de maltrato, de abandono o de desamparo cuando hay un seguimiento médico exhaustivo por un equipo médico de neurología, de geriatría...?". Los profesionales a los que hacía referencia Palomino, son tajantes en el asunto: "Las familia pasaba olímpicamente de María Isabel".

Su entorno más cercano también se pronuncia sobre el intento del matrimonio de arreglar los papeles de la fallecida: "En la segunda visita al notario, Luis se quedó en el coche y no hicieron ningún papel por el deterioro de Isabel". Y también sobre los capítulos de abandono en un centro comercial: "María Isabel estaba desatendida. Un día fueron a la Warner y la dejaron sola en un restaurante".