Desde que Rocío Carrasco asegurase en su docuserie, 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', que intentó quitarse la vida, varios son los documentos que han salido a la luz.
Ese día marcó un antes y un después en su vida y, de hecho, según ella misma ha dicho, "fue un hecho clave que cambia por completo el rumbo de su existencia". Tras mostrar los informes médicos en el episodio de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', Paloma García-Pelayo detalló en directo que Rocío sí tuvo intencionalidad de quitarse la vida y que sí nombró el Puente de Segovia como última opción para quitarse la vida.
Horas después, fue el periódico 'ABC' el que publicaba el informe médico que demostraría que Rocío Carrasco habría tomado 39 pastillas para quitarse la vida. Además, salieron a la luz los audios de las declaraciones de la víctima, ante el juez y entre lágrimas, donde confiesa los actos de maltrato de Antonio David.
Ana Rosa, al escuchar a Rocío Carrasco, no pudo evitar pronunciarse: "Sí me creo su testimonio, ¿por qué no tuvo éxito judicialmente?". 'El Programa de Ana Rosa' analiza los informes del día que Rocío Carrasco habría intentado suicidarse.
En el primero se lee claramente que el diagnóstico fue "intento autolítico", término médico que significa intento de suicidio. No hay que confundirlo con el motivo de consulta, que normalmente es la circunstancia por la que un paciente es visto en urgencias.
Tras ver a la paciente se evidenció por el médico de urgencias una sobreingesta de tranquilizantes cuya finalidad era un intento de suicidio.
En este se detalla que "la paciente en el día de hoy, sin identificar desencadenante, decidió ingerir alrededor de 7 comprimidos de lorazepam 5 mg, un blíster y medio de mirtazapina 15 mg (22 comprimidos) y 10 comprimidos de tranxilium (no sabe especificar la dosis)", una ingesta muy significativa que puede poner en peligro la vida de cualquier persona.
Según figura en el informe, Rocío Carrasco habría necesitado un tratamiento intravenoso con medicamentos específicos, en este caso Flumazenil, que sirve para tratar este tipo de intoxicaciones.
Rocío, en la conversación con la psiquiatra de guardia, le habría comentado "que se siente desbordada por lo que identifica como conductas de acoso por su exmarido ante los medios de comunicación, el odio que sus hijos sienten hacia ella y no ve una salida a la situación actual". Además, insiste en que "le habría gustado que su plan funcionara y que siempre queda el puente de Segovia para volver a intentarlo". Esta intención reiterada de la paciente por acometer el suicidio obliga al centro a ingresarla en una unidad especializada, que Rocío acepta voluntariamente.
Rocío Carrasco permaneció ingresada durante un día en la unidad especial, mejorando su estado clínico y, a pesar de que los médicos se negaron a darle el alta, esta prefirió volver a su casa bajo su responsabilidad y supervisión de sus familiares para continuar con su recuperación. De ahí que en el informe del Hospital HM Puerta del Sur figure "alta por fuga".