El niño de cinco años que fue asesinado por su madre en un hostal de Madrid tenía restos de sedantes en el estómago, según fuentes policiales. El pequeño habría fallecido por una presunta sobredosis de tranquilizantes que su madre le administró el domingo por la mañana. En la mesilla de la habitación se habrían encontrado pastillas machacadas y dos vasos con restos de ansiolíticos que probablemente tomaba la mujer para sus depresiones.
La madre también tomó varias pastillas aunque la causa final de su muerte fue una asfixia mecánica por ahorcamiento. Además, se ha determinado que el pequeño murió siete horas antes que ella y que ambos perecieron el pasado domingo 5 de julio, según determinaron las pruebas forenses.
En la habitación donde la madre acabó con la vida de su hijo se hallaron varios folios escritos a mano donde la mujer explicaba que le quitaban a su pequeño de cinco años. La parricida sufría problemas mentales y en la carta detallaba: "Me lo quitan, me lo quitan", junto al dibujo de varios corazones.
La Comunidad de Madrid tenía desde hace dos semanas la custodia del niño de 5 años supuestamente asesinado el pasado fin de semana por su madre en un hostal del centro de la capital y ya tenía plaza asignada en un centro público tutelado, han informado fuentes de la Consejería de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad.
La próxima retirada del pequeño de manos de su madre por parte de la Administración pública por diversos motivos, aún sin determinar, habría sido el detonante que le llevó a matar a su hijo, según las primeras pesquisas policiales.