David Serrano, propietario de la finca donde se ecnontraba el pozo por el que cayó Julen, da en una rueda de prensa su versión de los hechos y asegura que desde ese día "no le importa nada". "Yo advertí del peligro porque pensé que alguién podría meter un pie y fracturárselo, pero nunca que un niño podía caber por ahí".