Llegaba por fin el día en el que Ana María Aldón y Emilio Salinas, diseñador del vestido de novia para la boda entre ella y Ortega Cano se veían las caras en el juzgado de Alcobendas. Un proceso judicial que se remonta al año 2018 y es que, presuntamente, ambos llegaron a un trato: el diseñador le hacía el vestido y ella le publicitaba mencionando su nombre en la exclusiva que hizo en ese gran día, algo que no sucedió y que además se sumó a que la mujer del torero dio a entender que era ella la que había creado el diseño.
Llegaba primero Emilio Salinas, muy tranquilo y contento, confiado en que las pruebas que tiene para aportar son suficientes para que la justicia le de la razón, en la otra parte se podía ver a Ana María Aldón, muy seria, muy nerviosa y tensa con la prensa. Ha sido un juicio que ha durado aproximadamente una hora, en el que la abogada del diseñador ha declinado interrogar a Ana María después de pedir su declaración y además, ha podido saberse que han faltado muchos de los testigos de la parte de Emilio. La mujer de Ortega Cano, con el que llegaba al juzgado, salía mucho más contenta y confiando en que la justicia le de a ella la justicia
A la salida la reportera del programa podía hablar con los dos protagonistas, el diseñador alegaba que confiaba y que estaba contento: "Contentos, la verdad que sí. Ella estaba nerviosa y yo tranquilísimo porque espero que la verdad triunfe" y la otra parte, Ana María Aldón sobre cómo ha salido el juicio: "Muy bien. Estoy contenta. Está todo ahí dentro y no os voy a decir lo que se ha hablado ahí. La novia era yo y los vestidos salían, le hicimos muchísima publicidad", explicaba.