El presunto asesino del crimen de Íllora, miembro de una familia muy conflictiva: uso de pistolas Táser y palizas a vecinos

Juan, de 19 años, perdió la vida en la madrugada del lunes cuando volvía a casa tras disfrutar de las fiestas de su pueblo, Íllora (Granada). El joven fue agredido por dos personas que le golpearon y provocaron que se cayera al suelo, dándose con la cabeza en un bordillo. Posteriormente, uno de ellos siguió pateándole en el suelo, según informó el periodista Alfonso Egea. El presunto autor de la muerte se ha entregado a la policía, pero todavía falta por detener a la persona que le acompañaba.

Luis Rendueles ha contado en ‘El programa del verano’ que no es la primera vez que estos jóvenes o la familia a la que pertenecer ocasionan altercados en el pueblo. “Llevan desde 2017 con incidentes. Hay un chico al que le pegan con una pistola Táser en la puerta de un instituto. Creo que es la misma persona que se ha entregado ahora. Le deja tirado en la puerta de un instituto. (…) El año pasado, un vecino del pueblo disparó a un miembro del clan y ellos asaltaron esas casas. Ese pueblo lleva desde 2017 aguantando un clima de violencia y de intimidaciones”.

Mucha gente no se ha atrevido a denunciar altercados que ha tenido con esta familia por miedo y ahora lo están haciendo, como por ejemplo “un hostelero que recibió una paliza en Nochebuena”. Dichas denuncias no son solo del detenido, sino también de otros miembros del clan.

Alfonso Egea coincide con su compañero y da más detalles: “No puede ser que después del uso de una pistola Táser, de dejar inconsciente a un panadero en la calle de una paliza, de atacar a un hostelero… hayamos tenido que llegar a esto. Alguien ha mirado para otro lado”.

El entrenador de Juan, sobre el presunto asesino: “No me alivia que se entregue”

José Manuel Muñoz era el entrenador de Juan y un amigo de su familia. Nos ha contado que le parece estar viviendo “una pesadilla” y que el hecho de que el presunto asesino se haya entregado no supone ningún consuelo al dolor que todos sienten: “A mí personalmente no me ha supuesto ningún alivio y supongo que a los padres tampoco. Los padres están ausentes, su mente no está en el presunto asesino, está con su hijo. Que la justicia haga su trabajo, pero el consuelo tardará mucho tiempo en llegar al pueblo”.

El hijo de José Manuel formaba parte del grupo de amigos del fallecido y también sufrió una agresión: “Tuvo más suerte, solo recibió dos impactos en la cabeza”.