Los periódicos de Andalucía publicaban esta mañana en sus portadas un crimen ocurrido en Granada. A las 11 de la mañana, en el barrio de la Paz, dos disparos alertan al vecindario. En esa zona se encontraba Alba, una reportera de investigación de Ana Rosa que se encontraba grabando un reportaje sobre el tráfico de droga que ha llevado al enfrentamiento entre marroquís y gitanos en la zona.
Al acercarse al lugar del crimen, un hombre cargado con un niño pequeño parece huir en coche de la zona. Calle arriba, la reportera se dirige a una corrala donde un chico marroquí está tendido en el suelo aún con vida, al parecer parece un ajuste de cuentas de una banda de narcotraficantes. La víctima es muy joven, de unos 20 años. Se trata del tercer asesinato en la ciudad.
Una mujer se lleva una pistola del escenario sin que la descubra la policía
Después de llegar al escenario del crimen en Granada, Alba, reportera de investigación del programa de Ana Rosa, graba todo lo que sucede. Mientras la víctima permanece herida de gravedad, los vecinos del barrio de La Paz, en Granada, empiezan a merodear por el escenario del ajuste de cuentas. Aprovechando el tumulto, un hombre oculta una pistola con una gorra que hay en el suelo y susurra algo al oído a una señora. Mientras, la reportera grita que no toquen el arma. Posteriormente y con la policía delante, la señora recoge la gorra con el arma. ¿Se trata del arma del crimen? ¿Pertenecía la pistola al sospechoso?
Posteriormente, en el escenario del crimen, la reportera se entera de que el hermano de la víctima ha sido también herido por el mismo asesino y se lo llevan muy grave al hospital del Campus de la Salud de Granada. La reyerta se inició cuando un grupo de gitanos se ha acercado a las víctimas y uno de ellos, presuntamente del peligroso clan de los Mocos, abrió fuego contra los dos hermanos.
"Al principio cuando llegué me quedé un poco parada porque no sabía si seguían disparando y había riesgo", cuenta Alba. La reportera, testigo de todo lo que sucedió posteriormente, avisó al servicio de emergencias. “Yo creo que la pistola era de la víctima porque la persona que la cogió es de su entorno, amiga de la familia de los marroquís. Además, un asesino no suele dejar la pistola en el lugar del crimen", cuenta.
Ana Rosa Quintana ha felicitado a la reportera por el trabajo. "Ha sido un trabajo excepcional, pero la próxima vez, si te arriesgas un poquito menos tampoco pasa nada", ha dicho.