Sartenes sucias, un paquete de café desparramado por la encimera, un yogurt abierto, tápers sucios… así es como, según Cintia, se encontraba su casa todos los días.
¿Quiénes son la responsable de toda esa suciedad y desastre? Según cuenta la invitada en ‘El diario de Jorge’, Elvira y su hija Belén, eran las responsables. Eran amigas de Cintia, ella las tenía contratadas como canguros de sus hijos y siempre le dejaban la casa “hecha un asco”.
Aunque eran amigas, se tomaban unas excesivas confianzas. Elvira y Belén, que también estaban en el programa, supieron desde el principio que era Cintia la que las había llevado hasta allí, pero con un motivo diferente: se pensaban que era para pedirlas perdón.
Madre e hija no daban crédito al escuchar desde el backstage a la que fuera su amiga. No solo no quería pedirlas perdón, sino que Cintia la había traído para cantarlas las cuarenta: “Son unas guarras y unas dejadas”.
Elvira y Belén se reencontraban con Cintia en el plató de ‘El diario de Jorge’ bajo una tremenda tensión y, tras los reproches y acusaciones, no consiguieron llegar a un acuerdo.